El coche del día es sin duda alguna, el Tesla Cybertruck. Es la primera pick-up eléctrica de Tesla, y llega al mercado seis años después de haberse presentado en un multitudinario y mediático evento. Se han escrito ríos de tinta virtual sobre la Cybertruck de producción, pero es innegable que el producto final es diferente a cualquier otro vehículo existente en el mercado. Tesla rompe con las reglas tradicionales del sector del automóvil, y aunque la innovación siempre es celebrada, parece haber claras lagunas en sus primeras pruebas de choque.
Antes de entrar en harina y ver el vídeo que Tesla mostró durante el evento de presentación de la Cybertruck, hablemos de la importancia de las estructuras de deformación programada. Los coches, desde hace décadas, cuentan con elementos deformables en su bastidor y carrocería. Estos elementos disipan la energía de un impacto contra otro vehículo u objeto, deformándose de una forma predeterminada. Esto evita que esas tremendas fuerzas se transmitan a los ocupantes del coche, lo que les provocaría graves lesiones – e incluso la muerte.
Las estructuras de deformación programada no solo son largueros y travesaños metálicos, son elementos del subchasis y la propia carrocería metálica del vehículo. El coche queda destrozado tras un impacto, pero el habitáculo permanece intacto. El estándar de pruebas de choque mundial es un impacto frontolateral a una velocidad de 64 km/h, contra una estructura parcialmente deformable. No obstante, también se realizan crash-test con poco solapamiento, pruebas de impacto lateral, pruebas de resistencia al vuelco e impactos contra objetos no deformables.
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— AI DRIVR (@AIDRIVR) November 30, 2023
El vídeo que Tesla ha publicado del Cybertruck muestra un impacto frontal contra un objeto no deformable a 56 km/h, un impacto lateral de un vehículo a 61 km/h, y un intento de vuelco a 26 km/h. Del intento de vuelco solo tenemos buenas palabras: un vehículo tan alto de combustión interna posiblemente habría volcado, pero el peso de las baterías de la Cybertruck, concentrado en la parte baja del vehículo, impide el vuelco. Sin embargo, el resultado más preocupante parece ser el impacto frontal del vehículo contra una pared.
Los paneles de la carrocería de la Cybertruck son de acero inoxidable y de un grosor considerable, y exhiben una deformación mínima. El frontal del coche no parece deformarse en exceso y en general, el vehículo exhibe una enorme rigidez. En este escenario, eso no es un halago. Al contrario, levanta serias dudas acerca de la protección a los ocupantes del coche en caso de accidente. La fuerza del impacto que se les transmite podría ser excesiva. Esto convertiría a la Tesla Cybertruck en un coche peligroso en caso de accidente.
La deformación del habitáculo es nula, y lo mismo queda demostrado en el impacto lateral de otro «vehículo» a 61 km/h. La deformación del coche debería ser mayor para evitar transmitir fuerzas excesivas a los ocupantes. La rigidez de las Cybertruck revela una verdad incómoda: la zona de deformación programada de la pick-up serán los vehículos contra los que impacte, a los que provocará daños muy superiores a los que provocaría otro vehículo, exacerbados por un peso en el entorno de las tres toneladas.
Tampoco podemos olvidar un diseño lleno de aristas, que no parece el mejor para obtener buenos resultados en protección al peatón. En EE.UU., las Tesla Cybertruck son consideradas «trucks», y no «cars», por tanto, no tienen que someterse a las mismas pruebas de seguridad y emisiones que un turismo convencional. Ahora bien, en Europa, la película es muy diferente, y tendría que someterse a las mismas pruebas que un turismo convencional. Quizá es por ello que Tesla no permite hacer reservas del vehículo desde este lado del charco.
Fotos de la Tesla Cybertruck