A estas alturas nadie es inmune a la crisis de los semiconductores que lleva asolando el panorama automovilístico desde principios de año. El 2021 se suponía un año de recuperación tras un 2020 desastroso, y está resultando ser un año complicado, muy complicado. Uno de los fabricantes que mejor había «capeado el temporal» hasta ahora, Tesla, ha comenzado a sufrir el impacto de este desabastecimiento, y algunos clientes se están encontrando con una -desagradable- sorpresa al recoger sus coches nuevos.
Listas de espera interminables, ausencia de componentes, restricciones de equipamiento…la industria del automóvil es posiblemente una de las que más está sufriendo este problema global. Si bien es cierto que algunas marcas han conseguido aguantar mejor que otras, al final todas están, en una medida u otra, sufriendo las consecuencias de la crisis de los semiconductores.
Tesla Model 3
Hace unos días conocíamos que BMW ha comenzado a entregar algunos vehículos sin pantalla táctil, y ahora es Tesla, uno de los fabricantes que mejor había aguantado el chaparrón, la que ha comenzado a entregar ciertos vehículos sin algunos componentes. El problema, de momento, afecta únicamente a los Tesla Model 3 y Tesla Model Y que, por otro lado, son los modelos más demandados por su clientela.
Algunos Tesla están entregándose sin puertos USB por sorpresa
Así es, tal y como recoge Electrek, hace días se han comenzado a registrar, en redes sociales, quejas de algunos nuevos conductores de Tesla Model 3 y Tesla Model Y, que han recogido sus vehículos y se han encontrado con que éstos no cuentan con los habituales puertos USB-C que se han ofrecido de serie desde que ambos modelos fueron presentados.
De esta manera, los clientes han recogido sus coches con, directamente, los agujeros correspondientes a los puertos en los tapizados de sus vehículos pero sin ningún tipo de conector en su interior. Parece ser que además la marca no ha avisado antes a los compradores, que se han encontrado con este problema de sopetón.
Por si fuera poco, todo apunta también a que los vehículos que han sido ensamblados sin los puertos USB tampoco cuentan con el cargador inalámbrico, lo que supone un doble «varapalo» para los usuarios, que en estos momentos no tienen manera de conectar sus teléfonos móviles con sus coches por cualquier método que no sea el sistema Bluetooth.
Tesla calma los ánimos: ¿solución a la vista?
De cualquier manera, parece que Tesla quiere calmar los ánimos de sus nuevos clientes, ofreciendo una solución simple pero a la vez, algo compleja: cuando exista disponibilidad, los usuarios podrán solicitar una cita con su servicio técnico más cercano, donde se procederá a la instalación de los componentes que faltan sin coste adicional para el cliente.
En cualquier caso, parece que el horizonte de la crisis de los semiconductores sigue sin estar nada claro, lo que implica problemas futuros de cara a recibir los vehículos dentro de plazos «asumibles». Por si fuera poco, parece que el recorte de equipación puede extenderse de manera sostenida en el tiempo, de manera que muchos conductores van a tener que asumir que sus coches no cuentan con todo el equipamiento esperaban, en muchos casos sin posibilidad de instalarlo de manera posterior.