Tal y como señalaba la OCU en su informe de 2024 sobre la fiabilidad relativa a los automóviles de turismo en España, la durabilidad de un coche o la capacidad del mismo para pasar tanto tiempo como sea posible sin sufrir averías, es uno de los aspectos a los que más valor se da cuando se valora la compra de uno de ellos. En aquel informe la OCU decía cuáles eran los coches y las marcas más fiables, así como también las marcas que menos, pero lo cierto es que no señalaba modelos de baja fiabilidad.
Ahora, sin embargo, gracias a la TüV (la organización equivalente a la ITV en Alemania), hemos sabido qué modelo en concreto es el que más fallos presenta a la hora de pasar inspecciones técnicas de manera periódica: el Tesla Model 3.
Tesla Model 3
Se trata de un hecho muy llamativo que sea, precisamente, el Model 3 el modelo que más fallos presenta entre los coches nuevos en Alemania, puesto que en España ha ocupado varias veces una destacada posición en la tabla general de ventas.
Imágenes del Tesla Model 3 (2024)
Y es que, aunque ha pasado ya más de un lustro desde que las primeras unidades llegaran al mercado europeo, las entregas en masa no dieron comienzo hasta algo más tarde, lo que ha propiciado que hasta ahora no se tenga un muestreo lo suficientemente significativo como para poder tener este veredicto por parte del TüV, que establece que la primera revisión técnica es necesaria a los tres años de edad desde la fecha de la primera matriculación, en lugar de los cuatro años que tenemos en España.
Desde la primera revisión, se establece un período de dos años para las siguientes. Por esto mismo, el informe establece grupos de modelos divididos por franjas de edad: entre 2 y 3 años, 4 y 5 años y entre 6 y 7 años.
Debido a su corta edad, el Model 3 pertenece sólo a las dos primeras categorías, y de entre los 228 coches distintos que son analizados por el TüV, se trata del modelo que más fallos presenta por un amplio margen con respecto a los precedentes: ocupa el puesto 111 de la clasificación (el peor entre los coches que siguen disponibles) y tiene, entre los coches eléctricos, el porcentaje de fallos más alto: un 14.2 % de las unidades revisadas no supera su primera inspección técnica. Por tanto, se trata del coche a estren con mayor probabilidad de visitar el taller.
La ITV alemana señala que el Model 3 presenta serios defectos en el sistema de frenos y suspensión, en el primer campo por el desgaste irregular de los mismos y en el del segundo por el peso superior inherente de un coche eléctrico con respecto a un modelo equivalente de combustión interna. Sin embargo, con menos de 1.800 kilos, se tiene que señalar que el Model 3 no es un coche especialmente pesado, por lo que se puede tratar, esencialmente, de falta de calidad de sus componentes.
Entre el resto de modelos pertenecientes a la categoría de los eléctricos, el Renault Zoe también está en la peor zona, pero con un n 8,9 %, en realidad, se posiciona muy lejos del Model 3. El VW e-Golf, por su parte, obtuvo mejores resultados, quedando en noveno lugar con una tasa de defectos del 3,4 % y ganando, de paso, en la categoría de compactos. También presenta un buen dato el Hyundai Kona eléctrico, con una tasa de defectos del 4 %, y cerca de él se posiciona el el Mini Cooper SE con un 4,4%. En la zona media se sitúan el VW ID.3, con un 5 %) y los VW ID.4 e ID.5, de idéntica concepción técnica, con un 5,9 %.
En cuanto a los modelos peor parados, en general, cuando más avanzada es la edad, mayor es el porcentaje de ‘suspenso’ en la inspección: el 23 % de los vehículos de 10 a 11 años no pasan la ITV, mientras que de los de 12 a 13 años, la cifra asciende hasta el 28,1%. Hablando de modelos en concreto, el Renault Twingo, con un 41,5 %, y el Dacia Logan, con un 41 %, salen especialmente mal parados.
El organismo señala que el envejecimiento del parque móvil es un factor importante en este sentido. El Porsche 911 Carrera es una excepción en este campo, con un porcentaje de fallos de sólo el 7,9 %. El motivo está en la naturaleza del coche y el perfil de usuario que tiene: es un deportivo que su dueño tiende a cuidar y que, además, tiene una gran probabilidad de acabar convertido en coche clásico.