El Tesla Model 3 es uno de los coches eléctricos más ambiciosos del momento, con una batería de hasta 75 kWh de capacidad, y una autonomía WLTP de 560 km en su versión de gran autonomía. Su versión básica tiene una batería de 50 kWh de capacidad, con la que aún ronda los 400 km de autonomía. Y sin embargo, una empresa austriaca acaba de modificar un Tesla Model 3 para convertirlo en un «hiper-híbrido», montando una batería de apenas 17,3 kWh y un motor térmico. ¿Cuál es la lógica? ¿Tiene sentido la idea de Obrist Powertrain?
Tesla Model 3
Inicialmente, el Tesla Model 3 fue concebido como un coche eléctrico. Como tal, cuenta con una batería de grandes dimensiones y gran peso, que eleva la masa del coche hasta cerca de dos toneladas. Existe además la problemática de los materiales usados para construir su batería, tierras raras cuya producción eleva la huella medioambiental de los coches eléctricos – compensada con el uso, según muchos estudios confirman, pero en absoluto despreciable. Obrist Powertrain cree que es capaz de producir un mejor coche eléctrico con su fórmula.
Obrist llama a su Tesla Model 3 un «hiper-híbrido», aunque realmente, se trata de un coche eléctrico de autonomía extendida, similar a los Opel Ampera o BMW i3 REX. Para empezar, reemplaza la batería del coche por una batería de 17,3 kWh, apenas un tercio de su capacidad inicial. Usando la misma estructura del coche, instala en sus entrañas un motor eléctrico de 100 kW de potencia, un depósito de combustible de 30 litros y un motor térmico. Un motor térmico que actúa como generador de electricidad una vez la batería de iones de litio se descarga.
El motor térmico de Obrist es un pequeño motor de dos cilindros y vibraciones prácticamente inexistentes, según su fabricante. El motor, de 40 kW, está instalado en el maletero delantero del coche y su packaging es eficiente: no requiere modificaciones en el chasis del coche eléctrico. Este pequeño motor es realmente eficiente, consumiendo apenas 2 l/100 km mientras recarga la batería del coche. Además, mediante un cargador de 3 kW de potencia, la batería se recargará en unas seis horas si enchufamos el coche a una toma convencional de corriente.
A velocidades superiores a los 70 km/h el motor térmico está constantemente funcionando, manteniendo la carga de la batería. Obrist afirma que su Tesla Model 3 es capaz de lograr una autonomía real de 1.000 km usando esta configuración mecánica. Su objetivo, más que «hibridar» un Tesla Model 3, es demostrar que se puede construir una alternativa muy eficiente y de bajo coste a los híbridos enchufables y coches eléctricos convencionales, cuyo precio es aún muy elevado. Además, esta tecnología es escalable en prestaciones y autonomía.
Obrist también ha desarrollado una versión de mayor potencia, con una batería de 25,9 kWh y un generador de 85 kW. En un futuro donde convivirán coches con diferentes trenes de propulsión y combustibles, la idea de Obrist tiene sentido, especialmente gracias a su coste reducido y su gran autonomía, además de evitar la dependencia de una infraestructura de recarga que no siempre está disponible. En estos momentos, Obrist está negociando la introducción de su sistema de propulsión en un coche de producción en masa, que se lanzará en 2023.
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Fuente: The Drive