La semana pasada os ofrecíamos una de las últimas pruebas que hemos realizado en Diariomotor, con un reportaje en vídeo que, sin duda, no ha pasado desapercibido entre nuestros seguidores. Nuestra comparativa entre el Tesla Model 3 y el Alfa Giulia Quadrifoglio era algo más que una prueba cargada de morbo, el de probar un coche eléctrico y compararlo con un sedán deportivo y una de las referencias de su categoría. Tesla ha puesto el listón muy alto, tanto como para considerar que su Model 3 puede vérselas con deportivos de altos vuelos. Y esa es la razón que ha llevado también a Top Gear a comparar el Model 3 con deportivos como el BMW M3, el Mercedes-AMG C 63 y Alfa Giulia Quadrifoglio en una prueba de aceleración.
Tesla Model 3
Tesla contra todos en una carrera de aceleración
Como os decíamos, Tesla ha sido la que ha promovido que el Model 3, y especialmente en sus versiones más rápidas y deportivas, como la Performance, se enfrente a berlinas deportivas, con motores de combustión interna, como las de BMW, Mercedes-Benz y Alfa Romeo.
Y como ya os contábamos, una comparativa como esta, lejos de ser injusta, refuerza los puntos fuertes de uno de los lanzamientos más esperados de la última oleada de coches eléctricos. Amén de presentarnos un avance de cómo pueden evolucionar los coches de altas prestaciones.
El desenlace del vídeo, y de la prueba que ha llevado a cabo Chris Harris para Top Gear, probablemente ya lo estés imaginando. Chris nos cuenta cómo para esta prueba de aceleración decidieron aumentar la extensión de la carrera. Si la referencia habitual de una carrera de aceleración, partiendo con los coches parados, suele ser la del cuarto de milla, para esta prueba Top Gear prefirió que la carrera se extendiera hasta la media milla, algo más de 800 metros.
Y como había previsto Chris Harris, el Tesla Model 3 demuestra su superioridad, que no admite discusión alguna, en los primeros metros. La entrega inmediata de par del Model 3 y la efectividad de su sistema de doble motor eléctrico para transmitir todo ese par al asfalto, con eficacia, repartiéndolo en ambos ejes, hacen que en la salida el Tesla gane muchos metros al BMW M3, el Mercedes-AMG C63 S y el Alfa Giulia Quadrifoglio. Según aumenta la distancia recorrida, vemos cómo las berlinas deportivas con motor de combustión interna recortan la diferencia, hasta el punto en que el Mercedes-AMG C63 S acaba superando al Tesla antes de los 800 metros.
El resultado, en cualquier caso, es meritorio para el Tesla y nos va anticipando la evolución que seguirá el turismo de altas prestaciones en la era de la electrificación. En la vida real, no vamos a conducir coches acelerando a fondo desde parado. Pero el Tesla sí nos demuestra cómo el coche eléctrico desembocará en turismos de altos vuelos, muy potentes, con un gran empuje y aceleración e incluso capaces de mantener cruceros de alta velocidad que, en cualquier caso, no tendrán mucho sentido por el ingente consumo energético que existe en esas condiciones, y la capacidad de almacenamiento energético limitada de las baterías.