Era cuestión de tiempo que algo así ocurriera, viralizándose de forma inmediata en los medios de comunicación. Ha ocurrido cerca de San Francisco (EE.UU.), donde la policía lleva ya varios años usando los Tesla Model S como coche patrulla. El pasado viernes, comenzó una persecución a alta velocidad entre un vehículo sospechoso y un Tesla Model S del Fremont Police Department. El coche del sospechoso pronto logró acceder a una autopista, en la que sus velocidades llegaron a rozar los 200 km/h. El Tesla Model S que lideraba la persecución policial tuvo pronto que llamar a más refuerzos.
Aunque los detalles son escasos para hacer un análisis detallado de la situación, el oficial comunicó por radio a sus superiores que tendría que abandonar inminentemente la persecución. Tras ocho minutos de persecución, el agente de policía afirmaba que «le quedaban apenas 6 millas de autonomía», pidiendo abandonar la persecución, y que otro coche que asumiera la posición de líder. Un procedimiento estándar que podría haber ocurrido si el coche de policía en cuestión fuera de combustión interna y se estuviera quedando sin gasolina. ¿Cómo es posible que abandonara la persecución tras solo ocho minutos?
Al parecer, el Tesla Model S no había sido cargado antes de que el agente de policía comenzase el turno – antes de iniciar un turno, los coches deben estar cargados al menos a la mitad, según el manual del departamento de policía de Fremont. Al iniciarse una persecución a alta velocidad y dispararse el consumo del coche, el medidor de autonomía reflejó este incremento de consumo, reduciendo de forma drástica la autonomía del coche. Aunque el agente del Tesla Model S tuvo que retirarse de la persecución, apenas unos instantes después el tráfico se hizo más denso y el coche del sospechoso comenzó a circular por el arcén.
La persecución fue cancelada por razones de seguridad, y el coche del sospechoso fue encontrado apenas minutos después entre unos arbustos. Antes de volver a su base, el agente de policía tuvo que recargar su Tesla Model S en un Supercharger, ya que no tenía suficiente carga para volver a su punto de origen. Pese a que la situación puede parecer poco idónea, el departamento de policía de Fremont está encantado con el rendimiento de sus coches eléctricos, al igual que su bajo coste operativo. Normalmente, terminan los turnos de 11 horas con al menos un 40% de batería, siempre que se hubiera iniciado con ella cargada al completo.
Galería de fotos del Tesla Model S
Fuente: NYPost