Para que los coches autónomos sean tan fiables, e incluso más, que un humano, necesariamente deberán haber sido programados para contar con una alta capacidad de anticipación. La intuición, el sentido común, y la acumulación de experiencias en un conductor que hacen que este ya tenga colocado el pie sobre el pedal del freno cuando ve un balón cruzar la carretera, o que incluso mantenga vigilados a los coches que le preceden, y no únicamente al que se sitúa inmediatamente delante de él. Y he aquí uno de los vídeos más sorprendentes que hemos visto hasta ahora de cómo un Tesla Model S evitaba un accidente, no ya gracias a su sistema de conducción autónoma, sino a su sistema de frenada de emergencia automática. Un dispositivo en esencia similar al que ya equipan – de serie u opcionalmente – la mayoría de los turismos del mercado. Pero la pregunta del millón sigue siendo la siguiente, ¿cómo predijo el accidente y lo evitó este Tesla Model S?
Lo delicado de la situación, ya no solo para la tecnología, sino también para el conductor, está en que la información más importante para evitar el accidente no es a priori clara, ni accesible, ni para los radares del coche, ni para los ojos del conductor. Tras el Opel Corsa que precede a este Tesla Model S se ha detenido un vehículo.
Tesla Model S
El problema está en que el Opel Corsa no se percata a tiempo de la situación, no es capaz de frenar a tiempo, ni de esquivar al coche que se ha detenido en el carril izquierdo, y se ve involucrado en una colisión por alcance que por desgracia es muy típica en los accesos de las grandes ciudades y en tramos propensos a sufrir atascos, o con un gran volumen de tráfico.
Lo curioso, y lo sorprendente de la actuación del Tesla Model S, está en que el sistema avisa al conductor con una advertencia sonora (que claramente se escucha en el vídeo) instantes antes de que se produzca el accidente, de que el obstáculo sea claramente visible, e incluso de que el Opel Corsa accione los frenos. Se aprecia, incluso, como el Tesla Model S ya ha frenado antes de que se produzca la colisión.
Tal y como comentaban en Microsiervos la clave, y la razón por la cual el Tesla Model S detecta el obstáculo antes incluso de tener una visión clara de este, no es otra que el funcionamiento del sistema de radares que emplea. Tesla cuenta con una tecnología en la que las señales de radar rebotan alrededor y por debajo del vehículo. De esta forma, el software del Tesla Model S no solo sería capaz de interpretar en qué posición se encuentra el coche que le precede, inmediatamente por delante, sino también de los coches que se encuentran a continuación de este.
Probablemente aquí nos encontremos con otra de las grandes ventajas que ofrecen estas ayudas y que, más adelante, veremos en los coches autónomos. El hecho de contar con sistemas de radar que son capaces de «ver» donde el ojo humano no siempre llega y de tener un tiempo de reacción, el que tardaríamos en ver el obstáculo, identificarlo como un riesgo, decidir frenar, y tocar el pedal del freno, significativamente inferior al de un humano.
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