El coche eléctrico más deseado del momento es, sin lugar a dudas, el Tesla Model S Plaid. Tras la cancelación del Plaid+, el Plaid, sus tres motores eléctricos y sus 1.020 CV conforman el eléctrico de calle más rápido y potente del momento – al menos hasta que el Rimac Nevera llegue a las calles. Tesla promete un 0 a 96 km/h de menos de dos segundos, y algunos medios ya han bajado de los dos segundos con sus propias mediciones. Una prueba mucho más realista y dura es enfrentarlo a un coche diseñado para dominar las pistas de carreras de aceleración.
El Dodge Challenger SRT Demon fue un Dodge Challenger de producción limitada. Usando como base el Challenger SRT Hellcat, recibió profundas modificaciones en su tren de rodaje, mecánica y sistemas auxiliares con el objetivo de convertirse en el coche de producción más rápido en el drag strip. De hecho, Dodge vendía por el precio simbólico de un dólar un kit con ruedas estrechas, supresión de asientos traseros y otros accesorios con los que alcanzaba su máximo potencial en pista – reteniendo, eso sí, la capacidad para circular en las calles.
Tesla Model S
En su momento, Dodge prometía un cuarto de milla de solo 9,65 segundos, una cifra impresionante para un coche de calle – aunque tenga 840 CV con los que jugar. En manos de preparadores y con potencias superiores a los 1.400 CV el coche ha conseguido bajar de los 9 segundos, por apenas unas décimas, sobre superficies preparadas y con neumáticos de drag racing. Es entonces cuando llega el Tesla Model S Plaid con la intención de hacer sangre. Sobre el papel, el Tesla tiene papeletas de ganador, pero el viento no sopla estrictamente a su favor.
Aunque ambos coches superan con holgura las dos toneladas, el Tesla recurre a neumáticos de calle y no cuenta con sistemas de asistencia específicos para drag racing. A cambio, su potencia es casi 200 CV superior y cuenta con tracción integral. Y esas ventajas acaban pesando más que sus inconvenientes: incluso saliendo más tarde que el Dodge, el Tesla consigue vencer en las tres carreras de aceleración. En la última, la humillación es dura y directa, firmando un tiempo de cuarto de milla siempre inferior a los 9,4 segundos. Simple y llanamente, impresionante.
Quizá esta aceleración instantánea y absurdamente rápida es uno de los motivos por los que Dodge planea lanzar su primer muscle car eléctrico en 2024, pese a ser una de las marcas que más se ha resistido a abandonar los V8 y abrazar la electrificación.
Fotos del Tesla Model S Plaid