En la sobremesa del viernes 10 de mayo una macroprotesta compuesta por varios grupos radicales se han manifestado tomando la fábrica de Tesla cerca de Berlín, donde se fabrican los Tesla Model Y que está liderando las ventas de vehículos eléctricos en gran parte del mundo. Estos grupos radicales (varias fuentes afirman que son hasta 1.200 protestantes, si bien su portavoz Lucia Mende asegura que han sido 800) han roto el cordón policial que se había montado en torno a la gigafactoría del fabricante norteamericano.
Planean cinco días de manifestación contra Tesla
Este es el comienzo de una manifestación que está previsto que dure unos cinco días, a modo de protestar contra los planes de expansión de Tesla (Wired). Desde los bosques de alrededor han marchado con pancartas (incluso se han visto banderas de Palestina y del movimiento terrorista RAF (Red Army Faction) y vestiduras oscuras adentrándose en los terrenos de la fábrica, utilizando tácticas de ocupaciones propias de grupos medioambientales radicales existentes en el Viejo Continente.
Radical activists storm Tesla gigafactory near Berlin
Storming under a red flag with the slogan "Disrupt capitalism, create future!"
Some 1,200 activists from across Europe gathered outside a factory in the village of Grünheide near Berlin on Thursday, Bild reported. They set… pic.twitter.com/RqcpxPp4Py
— NEXTA (@nexta_tv) May 10, 2024
En concreto, las protestas giran en torno a las políticas de Tesla, afirmando que lejos de ser políticas a favor del medioambiente, son sólo a favor de la industria del automóvil, protestando además contra los planes de expansión de la propia planta, que afectarían a la zona boscosa que se encuentra a continuación de la fábrica. Los protestantes también se han dirigido hacia un antiguo aeródromo que Tesla estaba utilizando para guardar aquellas unidades producidas que aún no habían sido vendidas/matriculadas.
Otras quejas que se han levantado en relación a la macroplanta de Tesla son alegaciones a la calidad del agua en la zona por las actividades de la misma, cuestiones sobre el uso de litio en la cadena de suministro (la mayor parte del litio en el mundo procede de Australia, con el impacto medioambiental que tiene su obtención, transporte y refinamiento). Se han producido decenas de incidencias medioambientales en la planta, derramándose meses atrás miles de litros de pintura, litros de diésel para las máquinas e incluso un incendio por una batería desechada (The Berliner).
En lo que respecta concretamente a Alemania, la presencia e influencia de las fuerzas ecologistas llega hasta el gobierno (salvando las enormes distancias), siendo los principales apoyos de Olaf Scholz. Su presión llevó al cierre de las centrales nucleares, lo que ha llevado a que el país tenga que recurrir al uso de carbón para obtener la energía necesaria que alimente a uno de los países más desarrollados de la Unión Europea (especialmente en cuestiones relevantes para el transporte como infraestructura de cargadores).