Seguimos esperando pacientemente la llegada del Tesla económico. A lo largo de los últimos cinco años, toda una serie de rumores, primero, y más tarde declaraciones oficiales del propio Elon Musk, que recogió el guante, han apuntado que Tesla tenía el objetivo de lanzar un «un coche de 25.000 dólares».
Los 25.000 dólares son únicamente una cifra que pretendía ser una referencia de lo que debería ser un coche eléctrico económico, compacto y con un precio similar al de sus alternativas de combustión interna. 25.000 dólares, de hecho, serían incluso menos de 23.000€ al cambio actual entre dólares y euros. Pero la referencia de 25.000€, o incluso 30.000€, seguiría siendo la más realista, independientemente del cambio entre divisas, y similar a la que ya ha utilizado Volkswagen para anticiparnos su futuro eléctrico económico.
Tesla Model 3
Estos días han surgido nuevos detalles al respecto del Tesla económico de los 25.000€, que no solo apuntan a la tecnología y la química de sus baterías, sino incluso a su capacidad.
Baterías LFP de 53 kWh
Según estas informaciones, el futuro coche económico de Tesla empleará baterías LFP, de litio-ferrofosfato, en lugar de las baterías con cátodos de alto contenido en níquel y sin cobalto, o con una baja proporción de cobalto, que utiliza Tesla en el grueso de sus eléctricos. También se está apuntando que la capacidad de la batería del coche económico de Tesla será de 53 kWh, muy por debajo de las cifras en las que se mueven las baterías de su gama actual, que llega incluso hasta los 100 kWh.
Las baterías de litio-ferrofosfato se erigen como una solución oportuna, que por la disponibilidad y el coste de la materia prima empleada (requieren más aluminio, hierro y fósforo, y menos níquel y cobalto), permiten crear baterías más económicas. Por contra, la densidad energética de estas baterías es menor, con lo cual en teoría deberían ser más voluminosas y pesadas que una batería con cátodo de alto contenido en níquel.
Actualmente Tesla tendría un segundo problema con respecto a las baterías LFP, un proveedor – CATL – chino que dificultaría el ensamblado de baterías en Estados Unidos con celdas LFP. Un problema relativo, si tenemos en cuenta que Tesla ya produce coches y baterías en China y que incluso hay planes para expandir aún más su producción en el Gigante Asiático. De hecho, este mismo fin de semana se anunciaba la asignación de una nueva Megafactoría para producir baterías para aplicaciones de almacenamiento de energía estático (10.000 Megapacks al año).
El Master Plan de Tesla
Pero la realidad es que Tesla aún no ha anunciado oficialmente su coche económico, ni tampoco ha confirmado la tecnología y la capacidad de sus baterías. Los datos que hemos conocido estos días se corresponden con las proyecciones del Master Plan 3 de Tesla, una propuesta para alcanzar una economía global sostenible, en el que la electrificación de la economía – y no solo el transporte terrestre – y la generación y almacenamiento de energía eléctrica, serán clave. En estas proyecciones se incluyen datos que sustentan ese plan global para transformar la economía y que no solo aplica a los objetivos e hitos particulares de Tesla.
En las proyecciones realizadas por Tesla, los coches eléctricos más compactos, y también los de tamaño medio, lo que incluiría a Model 3 y Model X, deberían emplear baterías LFP, que también serían las más oportunas para vehículos de transporte pesado de autonomía moderada (lo que incluiría al Tesla Semi de baja autonomía).
Tesla habría propuesto que la batería adecuada para los eléctricos más compactos, además de ser LFP, debería gozar de una capacidad en el entorno de los 53 kWh, y 75 kWh en eléctricos de tamaño medio. Pero no que el Tesla económico vaya a emplear baterías de 53 kWh. De hecho, en ese mismo apartado Tesla incluía que el lanzamiento de un Tesla compacto aún está por determinar.
Lo que sí está claro es que, si Tesla trabaja con estas proyecciones, lo natural sería que el futuro Tesla compacto y económico vaya a emplear baterías LFP y que su capacidad se sitúe en el entorno de los 53 kWh. De hecho, Tesla ya está ensamblando coches en China con baterías LFP, empezando por el Tesla Model 3 en su configuración de tracción trasera (y autonomía estándar).
Como os decíamos, las baterías LFP no gozan de una densidad energética similar a la de sus alternativas con cátodos de alta proporción de níquel, pero sí son más económicas y ofrecerían autonomía suficiente. En el manual del Tesla Model 3 también se recomienda que los vehículos equipados con baterías LFP mantengan el límite de carga próximo al 100% y que al menos recarguen sus baterías al 100% una vez a la semana, para maximizar su durabilidad.