Cientos de millones de euros o, tal y como habría reconocido Andre Thierig, responsable de la fábrica de Tesla en Berlín, «en un orden de nueve dígitos altos» se situaría el coste que podría tener el posible sabotaje que ha detenido la producción de la fábrica de la marca de Elon Musk.
Tesla ha detenido su producción hasta la próxima semana
La producción de la fábrica europea de Tesla podría quedar paralizada hasta la próxima semana. Thierig apuntaba que en estos momentos están trabajando con la posibilidad de «reanudar la producción a comienzos de la próxima semana». La policía estaría investigando el suceso como un incendio provocado, bajo la sospecha de una operación de sabotaje, que habría sido reinvidicada por una organización que se autodenomina como Volcano Group.
Tesla Model Y
Tesla se vio obligada a evacuar a sus trabajadores de la fábrica, que emplea una plantilla total de 12.000 personas y en la que se produce el Tesla Model Y.
These are either the dumbest eco-terrorists on Earth or they’re puppets of those who don’t have good environmental goals.
Stopping production of electric vehicles, rather than fossil fuel vehicles, ist extrem dumm.
— Elon Musk (@elonmusk) March 5, 2024
Se investiga un sabotaje en Giga Berlín
La paralización de la actividad de la fábrica de Tesla se habría producido después de que se produjera un incendio en una torre del tendido eléctrico próxima a la fábrica. El incendio, que se investiga bajo la hipótesis de que fuera provocado, no solo habría afectado al suministro de la fábrica de Tesla, sino también a los alrededores, interrumpiendo el suministro eléctrico de «hospitales, residencias de ancianos, donde hay gente que podría depender del suministro de oxígeno y otros sistemas médicos que se conectan a la red», tal y como declaró en la zona Joerg Steinbach, Ministro de Economía del estado federado de Brandemburgo.
Mientras prosigue la investigación y la actividad para recuperar el suministro eléctrico, Elon Musk se refería a los responsables del supuesto sabotaje apuntando que «o son los eco-terroristas más idiotas o son marionetas de aquellos que no persiguen los objetivos medioambientales adecuados» y que «parar la producción de vehículos eléctricos, en lugar de vehículos que emplean combustibles fósiles, es extrem dumm (extremadamente estúpido en alemán)».
De tratarse finalmente de un sabotaje, el de hoy no habría sido el único problema de Tesla con organizaciones medioambientalistas. La fábrica de Tesla ya afrontó algunas movilizaciones de activistas que protestaron por la apertura de la fábrica y que propiciaron reclamaciones legales que retrasaron el inicio de los trabajos para construirla, así como otras movilizaciones en contra de las ampliaciones requeridas por la planta para aumentar su capacidad de producción.