Durante muchos años me he considerado, como mínimo, escéptico al respecto de las promesas, las expectación, y el bombo, a menudo excesivo, que se le ha dado a Tesla y, en general, a los proyectos de Elon Musk. Durante muchos años la industria, entendiendo por ella a los fabricantes que durante tantos años han dominado el mercado del automóvil, también hizo gala de ese escepticismo.
Pero cada vez son más las marcas que están haciendo pública su admiración para con Tesla y sobre todo que, a la vista de su evolución en los últimos años, la marca de eléctricos de Elon Musk se ha convertido en su ejemplo a seguir.
En las últimas semanas ya hemos visto cómo Toyota ha revisado su estrategia de eléctricos siguiendo el ejemplo de Tesla. Ahora es Renault la que, sin tapujos, también reconoce que la estrategia de Tesla es la adecuada para abordar la transición hacia el coche eléctrico.
Tesla Model 3
Tesla tenía razón, Renault lo reconoce
Buena parte del éxito de Tesla y del excelente rendimiento energético y térmico de sus sistemas eléctricos reside en el software. Hasta ahora, el desarrollo de un coche se entendía partiendo de un conjunto de soluciones de ingeniería complejas, sobre la que se iban instalando todos aquellos sistemas que fueran necesarios: si era de combustión interna, un motor y un sistema de transmisión; si era eléctrico, baterías sobre un chasis, inversores, sistemas de carga y motores eléctricos; un sinfín de sistemas electrónicos que, con el paso de los años, han ido aumentando significativamente hasta el punto en que un coche moderno puede requerir hasta 100 procesadores.
Y es precisamente este último punto el que está planteando mayores inconvenientes a la hora de desarrollar coches de última generación, con una lógica de funcionamiento sofisticada y en permanente proceso de mejora y evolución. Independientemente de que todos los sistemas electrónicos de que se compone un coche estén, de alguna forma, interconectados, el grado de centralización nunca suele llegar hasta el punto que habría alcanzado Tesla.
Renault espera que esa centralización, y el enfocar el desarrollo de un automóvil eléctrico desde el software, les permita pasar de requerir 100 sistemas electrónicos independientes con sus procesadores a necesitar solo 20.
Renault Mégane E-TECH
El software en el centro del desarrollo de automóviles
La estrategia de eléctricos de Renault comprende, entre otras cosas, un desarrollo de los automóviles partiendo del software, desde su departamento Ampere, y en colaboración con las tecnológicas Alphabet (Google) y Qualcomm – una de las compañías más importantes en el ámbito de los semiconductores.
Renault también ha tomado nota de las progresivas bajadas de precios que ha experimentado la gama Tesla aunque, según sus responsables, no va a responder revisando los precios de sus eléctricos. Pero tal y como reconocía Frédéric Vincent, responsable del departamento de digitalización de Renault, su estrategia «es similar a la de Tesla, en 2026 [Renault] seguirá el mismo enfoque [que Tesla], y el mismo enfoque en su arquitectura de eléctricos» (Automotive News).
Gilles Le Borgne, responsable de ingeniería de Renault, añadía que, a la postre, estas mejoras permitirían la actualización constante de sus coches – en todos los ámbitos, y no solo del sistema operativo de su sistema de entretenimiento – lo que incrementaría su valor de reventa y podría suponer un ahorro en desarrollo de hasta 1.500 millones de euros en la próxima década. En cualquier caso, Renault ya asume que el desarrollo de estas plataformas y la apuesta por sistemas de procesamiento de última generación, requerirá de una inversión importante para la marca.
Prototipo del Renault 5
Entre los beneficios de esta estrategia centrada en el software, que según Renault tan bien le está funcionando a Tesla:
- La centralización de los sistemas electrónicos (hardware) y, sobre todo, el desarrollo de automóviles partiendo de la lógica de funcionamiento de esa electrónica (software), se traduce necesariamente en una mayor optimización del rendimiento energético, que probablemente sea uno de los aspectos en los que Tesla ha destacado más frente a sus rivales desde hace años.
- Un software centralizado también permite actualizaciones complejas, y que aborden todos los sistemas del coche, «over-the-air», que tu coche esté en permanente actualización, para resolver posibles problemas, pero sobre todo para mejorar su rendimiento con la experiencia adquirida en el tiempo y sin modificaciones de hardware, ni tener que acudir a un taller.
- En la práctica, eso podría permitir que tu coche eléctrico mejore su rendimiento con el paso del tiempo, incrementando sus prestaciones, su autonomía, o incluso la gestión térmica y la fiabilidad de baterías, inversores, y sistemas de carga integrados.
- Con el hardware apropiado, eso podría suponer también que un coche eléctrico pueda ir ganando funciones con el paso del tiempo. Y, por qué no decirlo, abrir la puerta a los fabricantes a un modelo de negocio que se antoja realmente lucrativo, el de las subscripciones, y el del pago por esas funciones adicionales.
- La centralización y simplificación de sistemas, incluso empleando semiconductores de última generación, mucho más caros y sofisticados, a la larga también se debería traducir en un ahorro de costes de producción, e incluso permitir la construcción de coches más ligeros.
