Un coche tan espectacular y desproporcionado como polémico. Un día apareció en el Guinness Book of Records como el coche de calle más potente jamás creado. Objeto de litigios. Un dolor de cabeza para Rolls-Royce. Un coche de calle con motor de caza de combate. Y un orgullo para su propietario, un ingeniero que, para más inri, durante años tuvo tiempo de disfrutarlo en Málaga. Con ustedes: The Beast.
The Beast, un coche con un motor de caza de combate
Hace apenas unos meses recordábamos la historia de The Beast, una de las bestias más extravagante jamás creadas.
Y un coche con el cual se nos acaban los calificativos. Y que se resume a sí mismo conociendo un único dato. Su motor es un V12 de 27 litros, con una potencia estimada en el entorno de los 1.000 CV, que un día se utilizó en un auténtico caza de combate. Y no uno cualquiera, sino el orgullo de la RAF británica.
El motor V12 de un Spitfire que acabó en un coche
1940. Europa se encontraba inmersa en el mayor conflicto del pasado siglo. Y ni la desconexión física del continente, ni los intentos por evitar el choque de Chamberlain, evitarían que los cielos británicos y el canal de la Mancha se convirtieran en el escenario de intensas batallas para alcanzar la superioridad y el control aéreo. Y así nacería la leyenda del Spitfire.
De entre todas las máquinas voladoras combatientes destacaría, y sobre todo se ganaría el cariño de la población, el Spitfire. Un caza que brilló por su efectividad, motivada sobre todo por sus prestaciones y su velocidad punta. A pesar de no ser la más numerosa.
Así comenzaría la leyenda del Spitfire, que hoy sigue muy presente en el ideario británico como una de sus mejores creaciones, con su famoso motor Merlin de Rolls-Royce de doce cilindros y 27 litros. Personalmente, no dejaré de recomendar la experiencia de verlo volar por encima de tu cabeza, que puede disfrutarse en eventos como el Festival de Goodwood, donde siempre suelen estar presente. Hasta ahora no lo sabía. Pero acabo de descubrir que también existe la posibilidad – por supuesto nada barata – de volar en un Spitfire desde el aeródromo de Goodwood.
Un motor Merlin V12 de 27 litros
El ingeniero Paul Jameson imaginó que utilizar el motor Merlin de Rolls-Royce, empleado por el Spitfire, en un coche, podía ser una idea interesante. Y lo llevó a cabo. Más o menos. Porque en su primera iteración The Beast tuvo que emplear en realidad un motor Meteor, que se desarrolló inicialmente con motores Merlin recuperados, y simplificados, sin compresor, para aplicaciones en carros de combate.
Otro ingeniero y experto en transmisiones, John Dodd, culminaría el proyecto que dejó a medias Jameson y con la base de un Capri modificado y una carrocería de fibra de vidrio completaría la primera versión funcional de The Beast. Pero la fatalidad haría que un incendio acabase haciendo cenizas esta pieza tan exótica.
John Dodd no abandonaría aquel proyecto. Y creó un nuevo coche, el que ahora todos conocemos, con una carrocería de tipo shooting brake, su particular acabado de pintura beige y un morro desproporcionado para alojar el motor que, ahora sí, era un auténtico Merlin de 27 litros de un Spitfire.
Y The Beast acabó en Málaga
A Dodd no se le ocurrió otra cosa que trasladar la imagen de Rolls-Royce, incluida la parrilla y la figurita de El espíritu del Éxtasis, a su coche. Lo cual, y como era fácil suponer, le costaría el disgusto de tener que litigar con la propia Rolls-Royce, que no estaba de acuerdo con ese uso no autorizado de su imagen. Como no podía ser otra forma, Dodd perdería el caso, aunque ganaría aún más atención en un proceso en el que no dudó en acudir a cada una de las llamadas del magistrado con su propio plagio no autorizado de un Rolls-Royce.
Dodd accedió a hacer algunas modificaciones para que el frontal de su máquina artesanal ya no se asemejase tanto a un Rolls-Royce, con una parrilla en la que ahora aparecían sus iniciales. Y, curiosamente, se mudó a pasar el resto de sus días a Málaga, donde se dice siguió utilizando a The Beast con cierta regularidad.
Dodd falleció. Y The Beast fue subastado en 2023, por 72.500 libras (Hagerty). Y hasta hace apenas unos días, que nos encontramos con un nuevo vídeo reciente en el que aparece esta bestia, que por supuesto aún conserva su motor Merlin original de un Spitfire, le habíamos perdido por completo la pista.
Una nueva vida para The Beast, el coche con motor de caza
Sobre estas líneas os mostramos un vídeo en el que Throttle House no solo nos muestra el estado actual de The Beast, que ha regresado a Reino Unido y ha sido restaurado por completo, para mi decepción, he de reconocerlo, sin respetar escrupulosamente el diseño original. Sino que también podemos verlo en movimiento, el nada sencillo proceso de arranque, y disfrutar de su escalofriante sonido.
Es una pena que ya no luzca su acabado original, por suerte sí su motor de Spitfire. Y no sé cómo verá Rolls-Royce que, de nuevo, The Beast haya recuperado una parrilla que no solo se asemeja a la de un Rolls-Royce, sino que también emplea los emblemas y marcas registradas de Rolls-Royce. Como curiosidad, en el registro de vehículos de Reino Unido, The Beast sigue figurando como un Rolls-Royce…
El de John Dodd no es el único coche que aún se mueve con el motor Merlin de un Spitfire. Paul Jameson llegó a crear otros vehículos equipados con el motor de un Spitfire, incluido un verdadero Rolls-Royce de 1934 que hoy en día mantiene y disfruta el famoso presentador estadounidense Jay Leno, en su colección en California. De hecho, hace poco lo pudimos contemplar también en el vídeo que os mostramos sobre estas líneas, que nos muestra la visita privada que le hizo Leno al bueno de James May.