No es nuevo, pero se trata de un timo que, para desgracia de los conductores incautos, está volviendo a ponerse de moda en algunas regiones del este país y especialmente en Cataluña. La estafa del retrovisor es una práctica ilegal, pero muy difícil de detectar por las autoridades, que supone una amenaza para los usuarios más vulnerables como ancianos y jóvenes que acaban de obtener su licencia de tipo B. Te explicamos en qué consiste.
El timo del retrovisor explicado mediante un ejemplo muy probable
En medio del bullicio de circulación de una gran ciudad como Barcelona, un hombre de unos 80 años se encuentra conduciendo su automóvil cuando se percata de que otro vehículo roza su retrovisor con el suyo (al fin y al cabo, son elementos que sobresalen de la carrocería). Sin que pueda reaccionar, el sujeto responsable de este «choque» se aproxima apresuradamente al coche de nuestro protagonista, señalando el presunto daño que se ha producido en su automóvil, exagerando su magnitud y tratando de hacer creer al señor mayor es el culpable de todo.
De repente, este individuo, con actitud amenazante, sugiere al pobre hombre que se evite problemas con él, con el tráfico, con la policía y con su aseguradora pagándole en efectivo en ese mismo instante, a fin de compensar los desperfectos, y sin necesidad de realizar un parte de accidente. En medio del caos urbano, en plena hora punta y con la tensión de estar siendo amedrentado por un desconocido, la tentación del anciano es ceder al traspaso de dinero. Si hace falta, el timador incluso le acompañará a un cajero automático para «saldar su deuda», con el riesgo que esto supone también.
De lo contrario, es posible que el causante real del incidente intensifique la presión, intimidándole aún más e incluso fingiendo llamar a su aseguradora para aparentar autenticidad. En realidad, tendrá una conversación mediante altavoz con un cómplice que, haciéndose pasar por un agente de la empresa, respaldará la idea del adelanto en metálico e ipso facto para evitar una penalización el próximo año (incremento en la factura por haber dado un parte de más), pese a tratarse de un siniestro de pequeña importancia.
Un fraude cada vez más habitual en nuestro país
El engaño del retrovisor es una estafa conocida desde hace años en los países del sur de Europa, aunque su frecuencia está en aumento en algunas regiones españolas como Cataluña. Las autoridades locales, como los Mossos d’Esquadra, han intensificado la vigilancia en este sentido y están advirtiendo a los conductores, especialmente a los que cuentan con menos experiencia o capacidad de reacción, sobre esta práctica ilegal que puede resultar en la sustracción de hasta 1.000 €.
Aunque puede parecer difícil caer en la trampa de estos delincuentes, los cuales suelen utilizar vehículos de alta gama con matrículas extranjeras, la realidad es que se trata de algo bastante común si uno está muy apurado de tiempo o se siente abrumado por la ingrata presencia de los timadores. Es imprescindible estar siempre alerta y no realizar pagos en mano a personas desconocidas en situaciones como estas. Ante la duda, es mejor contactar directamente con la compañía de seguros y avisar a la policía.