Aún asumiendo que los amigos que me llaman por teléfono para que les aconseje qué coche comprarse no son una muestra representativa del grueso de los compradores en España, el último consejo que me pidieron me llevó a confirmar algo que ya sospechaba desde hace tiempo. Los SUV y crossovers del segmento compacto se han convertido en auténticos best-seller, y sus ventas, y su cuota, no deja de crecer. Pero también estamos asistiendo a otro fenómeno interesante. Cada vez más clientes buscan algo más que un SUV compacto se pasan, por poner un ejemplo cercano, del Nissan Qashqai, al Nissan X-Trail. Y eso no es todo. Cada vez más fabricantes apuestan por un SUV por encima del segmento compacto. ¿Pero por qué todos quieren tener un gran SUV o un gran crossover, que a fin de cuentas es prácticamente lo mismo?
Mirándolo desde la perspectiva de un cliente, la idea de tener un gran SUV es cada vez más atractiva y tentadora. Mi amigo, llamémosle Señor X, estaba interesado en un todocamino. Su elección estaba entre dos de los productos que mencionamos en este artículo, entre el Nissan Qashqai y el Nissan X-Trail. Algunos de mis conocidos piensan que no soy bueno aconsejando coches. Tal vez porque esperan que les diga: no lo dudes, cómprate este coche. Sino que intento que reflexionen acerca de la compra que piensan hacer. En otras palabras, no soy Gallego, pero cuando alguien está decidiendo la compra de un coche suelo responder con una pregunta.
Y mi pregunta se dirigió en este caso a reflexionar sobre por qué un chaval joven, sin cargas familiares, ni aficiones que exijan cargar el maletero de aperos hasta el techo, necesita un Nissan X-Trail. Y la respuesta de mi conocido, del Señor X, fue contundente: solo se llevan 27 centímetros de longitud.
Esa es la cuestión determinante. La nueva generación de grandes todocamino, de aquellos que se sitúan inmediatamente por encima de un Qashqai, un Kia Sportage, o un Hyundai Tucson, ya no son tan grandes, caros y derrochadores de combustible como antaño. Un Nissan X-Trail es solo 27 centímetros más largo que un Nissan Qashqai. Un Skoda Kodiaq es solo 33 centímetros más largo que un SEAT Ateca y 21 centímetros más largo que un Volkswagen Tiguan.
Aún hay más. Entre un Nissan Qashqai y un Nissan X-Trail, con un motor diésel de 130 CV de potencia, manual, tracción delantera y acabado N-Connecta, hay unos 3.000€ de diferencia. Es una cantidad nada desdeñable, pero no un mundo en coches en el entorno de los 25.000€. Un Skoda Kodiaq costará algo más que un SEAT Ateca, pero incluso menos que un Volkswagen Tiguan.
El grueso de las ventas siguen llevándoselas los crossover más compactos, pero aún así los de gran tamaño se erigen como una opción cada vez más razonable. Por cada Nissan X-Trail nuevo que ha vendido Nissan en España este año, se han entregado cinco Nissan Qashqai, y dos Nissan Juke.
Por otro lado, los clientes no son los únicos que quieren tener un gran SUV en su garaje. Cada vez son menos los fabricantes que se resisten y renuncian a la posibilidad de tener un gran SUV en su catálogo, en su concesionario. Ford apostó recientemente por traer, desde Estados Unidos, su Ford Edge. Skoda se lanzaba directamente a una piscina, que sí tiene agua, con el Skoda Kodiaq. Desde Francia, Renault hacía lo propio con el Renault Koleos. Peugeot también hacía lo propio y transformaba un monovolumen en un gran todocamino, y lanzará en unos meses el Peugeot 5008.
Todos quieren tener un gran SUV y el interés de los fabricantes por lanzar este tipo de productos no es otra cosa que un reflejo de lo que demandan sus clientes.
Y como respuesta a la pregunta que nos planteábamos inicialmente, en este caso no parece que estemos ante el cliché de coche grande, ande o no ande.
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