Recientemente hemos visto cómo Honda presentaba un precioso prototipo de coupé rojo, el Honda Prelude Concept que se verá en unos días en el Festival de Goodwood. Un coupé de propulsión híbrida de lo más interesante, más en el momento en el que surge. Ahora bien, resulta que Toyota ya hizo algo similar – un prototipo de coupé híbrido, e incluso de un color similar – hace ya 20 años. Se trata del Toyota Alessandro Volta, un prototipo diseñado por Italdesign al que recordamos dos décadas después de su debut en el Salón de Ginebra.
Obra de Giugiaro, se nota en el parentesco con el Volkswagen W12 Nardo
Tomando su nombre del científico italiano que fue pionero en el almacenamiento de energía y a raíz de él conocemos los voltios, este prototipo de Toyota nace en un momento en el que los coupés generalistas todavía se veían por las calles, aunque no con tanta intensidad como en la década anterior. Hablamos de un coche de 4,3 metros de largo con una cola truncada y una línea que recuerda al Volkswagen W12 Nardo – y con razón, pues ambos coches fueron diseñados por el genio Giorgetto Giugiaro cuando militaba en Italdesign.
Musculado y estilizado al mismo tiempo, con puertas de tijera para acceder al interior y un curioso spoiler trasero levantado sin llegar a ser alerón como tal para aumentar la carga aerodinámica, es un diseño sumamente precioso. Es curioso ver el diseño de los faros traseros unidos por una ancha tira, no muy diferente de lo que se lleva hoy en día, careciendo de portón trasero dado que se trata de un coche de motor central.
Entre los asientos y el eje trasero encontrábamos el 3.3 V6 híbrido que ya montaban en aquel momento el Lexus RX 400h o el Toyota Highlander. Se trata de un híbrido en serie de manera que el motor se dedicaba a generar electricidad, que se guardaba en la batería que alimentaba a los motores eléctricos situados en ambos ejes, de manera que tenía tracción total y unos 408 CV. Gracias a su tecnología drive-by-wire no requería ni de transmisión ni de embrague (Green Car Journal).
El Toyota Alessandro Volta era capaz de pasar de 0 a 100 en 4,03 segundos y alcanzaba los 250 kilómetros por hora – menos que los superdeportivos de la época, pero impresionante tratándose de un híbrido en serie concebido en 2004. Lo más interesante quizás era el hecho de que contaba con una autonomía de casi 700 kilómetros según cifras de entonces, algo que sí hubiera marcado la diferencia con respecto a la competencia.
Un anticipo para superdeportivos híbridos
Aunque Toyota demostró que podía hacerlo, lo cierto es que se limitó a dedicar la hibridación para otro tipo de vehículos y no veríamos superdeportivos e hiperdeportivos con potencia híbrida (aunque en paralelo más que en serie) hasta una década más tarde. El Toyota Alessandro Volta se quedaría en prototipo y no veríamos nada que se le pareciera hasta la llegada del Lexus LFA, ahora convertido en mito de la marca.
