Uno no siempre busca emoción a la hora de conducir un coche, sino un medio de transporte para ir de «A» a «B» que consuma poco, que sea fiable y que tenga, a poder ser, etiqueta ECO. Si a ello le sumamos 15 años de garantía y un precio de partida de 31.750 euros en pleno 2024 nos encontramos con el Toyota C-HR.
El Toyota C-HR es fiable, tiene etiqueta ECO y cuesta 31.000 € sin trucos
Pero más allá de esos aspectos que pueden resultar muy atractivos para muchos, destaca que estamos hablando de un precio sin truco alguno. Y aunque bien es cierto que la firma nipona permite a sus clientes financiar la compra del C-HR, esos 31.750 euros son al contado.
Toyota C-HR
Eso sí, si queremos afrontar dicho desembolso será necesario que nos atengamos a una configuración concreta. En otras palabras, el Toyota C-HR que terminará en nuestro garaje por algo menos de 32.000 euros lo hará con el acabado Active y el motor 140H, maridaje que combina las dos opciones de acceso.
Esto nos deja con un equipamiento de serie conformado por elementos como llantas de 17 pulgadas, faros LED, control de crucero adaptativo, cámara de visión trasera, acceso y arranque sin llave, climatizador bi-zona, luces automáticas, cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas y pantalla de 8 pulgadas con conexión con Apple CarPlay y Android Auto entre otros.
En cuanto a mecánica, el C-HR no ofrece cambios aparentes -aunque sí que es cierto que ha recibido mejoras para afinar su rendimiento, pero a rasgos generales es el mismo motor-, pero ello no es malo. Y es que estamos hablando de un cuatro cilindros de 1.8 litros atmosférico que, en combinación con un motor eléctrico, produce un total de 140 CV.
Su gestión se lleva a cabo por medio de un cambio CVT que, sin ser el más eficaz pese a su mejora, es sumamente fiable y barato de mantener. Así, el 0 a 100 ocurre en 10,2 segundos y la velocidad punta es de 170 km/h. Cifras más bien modestas que rápidamente pasarán a un segundo plano gracias a la etiqueta ECO y a un consumo combinado de tan solo 4,7 litros a los 100.
Además, Toyota ofrece hasta 15 años de garantía o hasta 250.000 kilómetros, lo que suceda antes
Ahora bien, si queremos un equipamiento más elevado u optar por el motor 200H o las variantes 4×4, debemos saber que ya no nos enfrentaremos a esos 31.750 euros. Así, los acabados Advance, GR Sport y GR Sport Premiere y Premiere, implican un desembolso de 32.500 euros, 38.500 euros, 43.900 euros y 44.100 euros respectivamente.
Pero, ¿por qué decimos que su motor es indestructible? Al fin de cuentas, estamos hablando de un esquema mecánico no solo contrastado, sino también sumamente fiable. El motor de combustión es un cuatro cilindros atmosférico que, en líneas generales, no solo no da problemas, sino que su mantenimiento es asequible.
Lo mismo sucede con el apartado eléctrico que, aunque no está exento de sustituciones, su aguante es poco habitual en el sector de los coches electrificados. Y por si no fuera suficiente, Toyota ofrece hasta 15 años de garantía por medio de lo que bautizan como Toyota Relax.
Concretamente, es un sistema de garantía ampliada que permite a los clientes renovar cada año su extensión al realizar su revisión en la red de talleres oficiales Toyota. Es decir, que puede disfrutar de 15 años de garantía o tener cubierto su coche hasta los 250.000 kilómetros, lo que ocurra antes.
Las alternativas al Toyota C-HR
Una de las mejores opciones disponibles en el mercado si buscamos un SUV muy amplio híbrido, bien equipado, con un diseño atractivo y con una dotación tecnológica alta. Además está disponible con versiones híbridas e híbridas enchufables, con etiqueta ECO y etiqueta Cero Emisiones.
Es el SUV compacto híbrido más eficiente del mercado gracias a su conjunto mecánico de 200 CV. Aunque no puede montar tracción total, responde con fuerza en toda circunstancia y es refinado. Presume de una de las mejores calidades interiores del segmento y un espacio de carga por encima de la media.
La versión híbrida del Dacia Duster destaca por ofrecer el nivel de consumo más bajo de la gama del todocamino. No obstante, no puede asociarse a tracción integral, perdiendo una de las bazas del coche. Es una mecánica refinada, silenciosay de consumos contenidos, especialmente en ciclo urbano.