De entre todas las novedades que Toyota ha presentado en los últimos años, ya hemos reconocido en más de una ocasión que nuestra favorita es el Toyota C-HR. Nos gusta porque es una propuesta original que, desde un punto de vista muy subjetivo, es atractiva visualmente. También nos gusta porque es un coche ágil y agradable de conducir, aunque echemos en falta un motor más picante y potente, que sabemos más temprano que tarde llegará. Pero lo que en ningún caso podíamos imaginarnos es que tuviera potencial como para convertirse en el tracción delantera más rápido en Nürburgring. Ahora bien, para que un Toyota-C-HR se convierta en el tracción delantera más rápido en el Nordschleife, en Nürburgring, ya te adelantamos que será necesario que tenga truco. Mucho truco.
El candidato para lograr esta hazaña no es otro que el Toyota C-HR preparado que se presentó estos días en el SEMA Show de Las Vegas. Toyota acudió a este evento con algo más que un Toyota C-HR preparado con algunos accesorios. Presentó un Toyota C-HR con una transformación realmente radical que comprendía todos los aspectos necesarios para crear una máquina capaz de poner contra las cuerdas a cualquier superdeportivo.
Toyota C-HR
Un Toyota C-HR con más de 600 CV de potencia extraídos, sorprendentemente, de un bloque de cuatro cilindros sobrealimentado mediante turbos Garrett. Una preparación que preservó su tracción delantera y que también tuvo en cuenta las necesidades aerodinámicas, y una puesta a punto de chasis, frenos, y aligeramiento, digna de un deportivo de carreras.
Toyota nos contó que en sus pruebas en Willow Springs consiguieron rodar más rápido con este Toyota C-HR que un Porsche 911 GT3, un Nissan GT-R NISMO y un McLaren 650S Spyder. Palabras mayores.
Pero lo interesante es que este proyecto no quiere acabar aquí. El próximo reto de este Toyota C-HR será continuar ajusticiando superdeportivos en pistas tan importantes como el Nordschleife. Su creador, Dan Gardner, cree que podría convertirse, sin problemas, en el tracción delantera más rápido en Nürburgring.
Ahora bien, la validez de tal hazaña sigue siendo muy relativa. Tendrá mucho mérito que lo consigan y será algo digno de mención, por el trabajo que ha requerido esta preparación. Pero está claro que una preparación tan radical como esta, más propia de un coche de carreras, que de un deportivo de calle, no podrá compararse en ningún caso con un deportivo de producción.