Toyota tiene un plan. Quieren volver a ser una marca emocionante, alejada de su imagen actual, que peca de aburrida y sosa. El futuro Toyota Supra logrará en parte dar la vuelta a la tortilla, pero son los modelos de volumen los que deben recuperar la pasión que antaño despertaba Toyota. No os quiero llevar a engaño, Toyota sigue fabricando buenos coches, muy fiables y prácticos. Pero pensad en un Toyota Camry, y os será imposible encontrar el más mínimo atisbo de pasión. Era un electrodoméstico de transporte… hasta ahora.
En el Salón de Detroit acaba de presentarse una nueva generación del Toyota Camry. Aunque no se vende en Europa, es un coche muy relevante del que debemos hablaros. Dejando a un lado las pick-up, es el coche más vendido de Estados Unidos: en 2016 se vendieron 388.618 unidades de esta berlina generalista. Quién diga que la berlina ha muerto, tiene algo que explicarnos en este momento. Lo cierto es que el Camry es pasto de flotas corporativas, empresas de alquiler de coches, y particulares que necesitan un transporte de A a B.
La nueva generación aspira a que la gente gire la cabeza al verlo pasar. Su propuesta es un diseño bastante extremo, agresivo y muy afilado. En un segmento muy tradicional, el diseño de las versiones de corte deportivo del Toyota Camry no dejará indiferentes a los clientes. Fijaos en esos paragolpes frontales, cuajados de tomas de aire. Monta llantas de hasta 19 pulgadas. En su zaga, donde está muy presente un enorme difusor y unas agresivas ópticas traseras, que se funden con la línea lateral del vehículo.
En su interior el salto generacional también es evidente. El revolucionario diseño de la consola central – por arriesgado y diferente en la marca – está presidido por un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 8 pulgadas, y aunque los relojes de la instrumentación son analógicos, entre ambos hay una pantalla TFT de 7 pulgadas. También dispone de Head-Up Display. Las versiones XSE – las más deportivas y equipadas – presumen de asientos deportivos y de un gran techo solar panorámico.
A nivel mecánico, el nuevo Toyota Camry (octava generación) se construirá sobre la plataforma modular TNGA de Toyota. Sus motores no arriesgan, buscando un buen compromiso entre prestaciones, consumos y fiabilidad. Esto quiere decir que Toyota no se ha pasado al turbo. El motor de acceso es un 2.5 de cuatro cilindros, con la última generación del VVT-iE de Toyota. Este motor va asociado a una nueva caja automática de 8 relaciones, que desde la segunda a la octava marcha bloquea el convertidor de par en busca de mejores consumos.
De esta caja de cambios DirectShift 8AT os hemos hablado en este artículo.
Este motor de inyección directa tendrá unos 200 CV de potencia y Toyota promete una eficiencia térmica del 40%. Es la misma mecánica – usa un ciclo Atkinson – que asociada a un motor eléctrico forma el corazón de la versión Hybrid, prometiendo un 41% de eficiencia térmica. El motor tope de gama es un nuevo 3.5 V6 con inyección directa D-4S y al menos 270 CV de potencia. Como viene siendo habitual, el Toyota Camry se construirá íntegramente en Toyota Motor Manufacturing, Kentucky (TMMK) para el mercado estadounidense.
Fuente: Toyota
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