En la gama de Toyota, Gazoo Racing – abreviado como GR – es sinónimo de altas prestaciones. Coches como los Toyota GR Supra o Toyota GR Yaris son la prueba fehaciente de ello. Sin embargo, si el apellido es GR Sport la historia cambia. Pasamos a tener un acabado deportivo, un atrezzo visual para un coche que bajo la piel sigue siendo el mismo coche sensato y tranquilo. Es el caso del Toyota Corolla Sedán GR Sport, un coche cuya estética bien pasaría por la de una berlina compacta de altos vuelos, pero que es la viva representación del refrán «mucho ruido y pocas nueces».
En verdad, esta versión GR Sport del Corolla Sedán es casi idéntica a la versión GR Sport del Toyota Corolla de cinco puertas, que ya os presentamos hace meses en Diariomotor. Las diferencias con un Toyota Corolla Sedán convencional están en primer lugar, en sus llantas, de diseño específico y 18 pulgadas de diámetro. En segundo lugar, tanto su calandra, como las carcasas de los retrovisores – además de detalles en molduras, perfil lateral y marcos de las ventanillas – ahora están pintados en color negro. El blanco de la carrocería contrasta con el techo negro del coche.
Toyota Corolla Sedán
En su interior contamos con unos enormes asientos deportivos, unos semibaquets tapizados en tela y cuero, con inserciones metálicas en el reposacabezas, detalles en tela blanca y paspuntado en colores rojo y gris. El tapizado del techo es de color negro, los vanos de las puertas tienen el logotipo de Gazoo Racing y el fuelle de la palanca de cambios es de cuero con paspuntado de color rojo. También se puede pedir, de forma opcional, una iluminación LED más sugerente para el interior. Pero esto es todo, porque no hay cambio alguno en mecánica o tren de rodaje.
En las carrocerías Touring Sport y cinco puertas es posible especificar una versión GR Sport con el motor híbrido de dos litros y 184 CV. Un motor de buenas prestaciones y consumo muy aquilatado. Sin embargo, en la carrocería Sedán de cuatro puertas solo es posible escoger el motor de 1,8 litros y 122 CV. Este motor homologa un consumo medio WLTP de solamente 4,3 l/100 km, y en condiciones reales de circulación es incluso posible bajar de esa media, pero es lo diametralmente opuesto a un motor pleno en sensaciones.
Las versiones de 184 CV hacen el 0 a 100 km/h en unos 8 segundos y son coches de buena aceleración. En la versión de 122 CV el 0 a 100 km/h demora 11 segundos y las recuperaciones son mucho más pausadas. No es un coche para correr, ni siquiera es un coche para «ir ágil». Por tanto, estamos ante un claro caso de «mucho ruido y pocas nueces» a nivel prestacional. Eso sí, el kit de carrocería le queda fantásticamente. Se pondrá a la venta a principios del año que viene y llegará antes a los mercados de Europa del este.