Decían que el diésel estaba acabado y sin embargo ahora no sólo sigue vivo, sino que cuenta con el respaldo suficiente para seguir presente en nuestras vidas por muchos más años. Que la electrificación es imparable es algo fuera de toda duda, sin embargo la transición hacia el coche eléctrico no está siendo ni tan fácil, ni tan rápida como se nos había prometido, motivo por el cual hasta el mayor fabricante de coches híbridos no sólo sigue creyendo en los motores diésel, sino que acaba de confirmar que seguirá evolucionándolos.
El diésel está lejos de desaparecer del mercado
La expectativas de electrificación que barajaban muchos fabricantes de coches no se están cumpliendo, motivo por el cual son ya varias las firmas las que han anunciado una revisión de sus planes a largo plazo. Esto no quita que el coche eléctrico sea el objetivo final de la práctica totalidad de marcas, pero hasta llegar a ese destino, pasará bastante más tiempo del previsto y por ello hace falta seguir confiando en los motores de combustión interna y en las posibilidades que ofrece su evolución a través de la mejora en eficiencia, el uso de combustibles alternativos y la electrificación parcial.
Toyota Land Cruiser
Es por ello que, mientras muchos fabricantes han congelado el desarrollo de sus motores térmicos, en Toyota han decidido no sólo seguir apostando fuertemente por los motores térmicos, sino incluso desarrollar una nueva generación de motores de combustión interna capaces de mejorar en consumos y emisiones. Estos motores serán diseñados con carácter global, pues los planes de electrificación fuera de Europa, China o Estados Unidos, son sensiblemente menos ambiciosos.
Pero es que incluso en Europa, Toyota sigue confiando en mecánicas tan veteranas como el propulsor 2.8 turbodiésel para su recién estrenado Land Cruiser 250 o la Hilux, pues no concibe a estos modelos sin las garantías de fiabilidad, robustez, reparabilidad y eficiencia que ofrece esta mecánica. Comprometiéndose a seguir evolucionando este propulsor con la adición de un sistema microhíbrido de 48 voltios que, a efectos prácticos, será un sistema independiente que trabajará como asistencia, por lo que ante posibles averías, el bloque diésel podrá seguir funcionando sin ningún problema.
Esta estrategia reafirma lo que la misma Toyota nos decía hace tan sólo unas semanas a través de su presidente Akio Toyoda. Y es que el fabricante aseguraba que no creen que los eléctricos alcancen más de un 30% de sus ventas globales, dejando el restante 70% en manos de motores térmicos de todo tipo y condición, estando alimentados por combustibles de origen fósil, sintético o incluso hidrógeno.
Fuente: Drive