El Toyota GR Corolla es uno de los coches más interesantes presentados en los últimos meses. El renacer prestacional y pasional de Toyota – gracias a su brazo Gazoo Racing – ya es digno de elogio, pero lo es aún más que en pleno año 2022 lancen al mercado un compacto deportivo de tracción total que siquiera está disponible con un cambio automático. Y lo hacen con un motor cargado de personalidad, con una fórmula prácticamente única, y con la prensa y público a sus pies. Un movimiento maestro que se convierte en el último clavo en el ataúd de los Subaru WRX y WRX STI.
Toyota Corolla
El objetivo de este artículo no es hacer sangre con Subaru, una marca cuya historia y legado apreciamos profundamente, y que hasta hace nada, presumía de vehículos apasionantes en su gama de productos. Sin embargo, en los últimos cinco años, Subaru perdió completamente el rumbo, especialmente en mercados como el europeo. Un vistazo a la gama actual de Subaru, y una comparación con la gama de Subaru del año 2017 es suficiente para comprobar la deriva que ha sufrido la marca. Una deriva impuesta, en gran medida, por Europa.
Subaru es una de las marcas que más ha sufrido las normativas de emisiones medias de dióxido de carbono. A causa de la naturaleza de sus productos, y de que sus emisiones no se agrupan con la de otros fabricantes, la marca japonesa se ha visto obligada a eliminar todos sus vehículos «interesantes» del mercado europeo. Otras marcas han sufrido destinos similares, pero el caso de Subaru, ha sido especialmente grave. También hemos de tener en cuenta que el advenimiento de las normativas medias de emisiones ha coincidido con su abandono de sus mecánica bóxer diésel.
Al mismo tiempo, la marca japonesa carece de híbridos enchufables o eléctricos puros – el Subaru Solterra está a la vuelta de la esquina, eso sí – y sus híbridos no son tan eficientes como los de sus rivales. La situación de Subaru en Europa es por todos conocida, pero a nivel global no es mucho mejor. Y a nivel global ya no solo se debe a externalidades normativas. La marca ha decidido acabar con las versiones STi en mercados clave como Estados Unidos, y resulta difícil de entender algunas de sus decisiones con respecto a la gama del Subaru WRX.
Por ejemplo, que solo podamos optar por un cambio manual en su versión básica, de equipamiento parco, y sin chucherías dinámicas como suspensión adaptativa. Aunque coches como el Subaru BRZ mantienen viva la llama de la pasión, es como si Subaru hubiese tirado la toalla con los coches deportivos. Soy consciente de que este mercado es un mercado de nicho, pero es un tremendo espaldarazo para la imagen de cualquier marca. Toyota era una marca que hace quince años era la antítesis de una marca apasionante, siquiera ligada de forma tangencial a la deportividad.
Sin embargo, sí fue una marca que apostó abiertamente por los híbridos, convirtiéndose en líder en hibridación en todos los mercados, con oferta híbrida en casi todos los segmentos. Esta estrategia, a día de hoy, les ha permitido tener una de las medias de emisiones más bajas del mercado – en posiciones de liderazgo entre las marcas de volumen. A día de hoy esto les permite seguir vendiendo coches como el Toyota Land Cruiser o la Toyota Hilux, además de deportivos tan apasionantes como el Toyota GR Supra, el Toyota GR Yaris o el Toyota GR86.
Toyota cuenta con la gama de productos más pasional de cualquier fabricante generalista, en un escenario en que el resto de fabricantes se han visto casi obligados a reducir al mínimo sus productos más petrolhead. El Toyota GR Corolla no se venderá en Europa – en Estados Unidos tampoco se vende el Toyota GR Yaris – pero es un torpedo tierra-tierra dirigido a enterrar a productos como el Subaru WRX en su propio terreno de juego. Un terreno de juego en el que ya faltan desde hace años marcas históricas como Mitsubsihi, con sus Lancer Evolution.
En última instancia, los Toyota GR Yaris y Toyota GR Corolla se alzan como productos verdaderamente puristas para petrolheads de pura cepa. Son coches creados con mimo y cariño, y están directamente derivados de la experiencia en rallyes de la marca, que de unos años a esta parte, ha redoblado su apuesta por el motorsport. La conquista de las calles por parte del Toyota GR Corolla pone el último clavo en el ataúd de los Subaru WRX en mercados como Estados Unidos – en Europa no se venden – un clavo puesto con todo fundamento.