Toyota; sigue siendo algo más que híbridos, coches para todos los públicos, y algún que otro deportivo. Su tradición todoterreno se remonta a comienzos de los años cincuenta del siglo pasado. La Guerra de Corea generó una necesidad, la de un todoterreno ligero que conllevaría que Japón y Toyota comenzaran a fabricar un Jeep para el ejército de los Estados Unidos. Y así como aquel conflicto bélico, de una u otra forma, aún sigue inacabado, Toyota seguiría perfeccionando la idea de su todoterreno que más tarde, y hasta nuestros días, se conocería como Toyota Land Cruiser. Durante todas estas décadas, el Toyota Land Cruiser se ha labrado una fama, merecida, de todoterreno capaz y robusto. Aunque lo que nos interese sea su faceta civil, no podemos olvidar que ha estado presente en infinidad de conflictos bélicos, lo cual es también una garantía de sus cualidades. No es de extrañar que el Toyota Land Cruiser se convirtiera en uno de los vehículos predilectos de las comitivas de la Organización de las Naciones Unidas. Y por eso mismo, y aunque seamos conscientes de que este todoterreno no sea uno de esos coches que verás a diario por la carretera, es tan importante la presentación que acaba de producirse, la del nuevo Toyota Land Cruiser 2018.
Toyota Land Cruiser
La nueva generación del Toyota Land Cruiser aterriza con un nuevo diseño, es más largo, y aunque se ha modernizado, su silueta con forma de caja, que transmite solidez, sigue presente.
En Toyota eran conscientes de que su todoterreno debía mejorar sus aptitudes en carreteras, pero el Toyota Land Cruiser no podía perder ni un ápice de su capacidad fuera del asfalto. De ahí que, por suerte, no estemos ante el caso del todoterreno que se transforma en un SUV. Sino del todoterreno que sigue siéndolo, y que conservará una de sus soluciones técnicas más importantes, en peligro de extinción en su categoría, la carrocería sobre un bastidor de largueros y travesaños.
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Toyota insiste en que no podían salirse del guión. Y nosotros nos alegramos de ello. De puertas para fuera hay muchos cambios en el Toyota Land Cruiser, pero cada detalle busca preservar una imagen reconocida a lo largo y ancho del planeta, en prácticamente todos los países del mundo. Mantiene una parrilla muy vertical y ancha, que se extiende hacia unos faros que se sitúan en una posición más alta, para dominar el terreno, y que emplearán tecnología halógena y, según versiones, LED.
En su versión de tres puertas, el Toyota Land Cruiser ha crecido 60 milímetros, hasta los 4,84 metros de longitud, y es capaz de girar en un diámetro de 10,4 m. Su altura libre al suelo es de 205 mm – 215 mm en el cinco puertas – y goza de unos ángulos de ataque de 31º, de salida de 25º, y ventral de 22º.
Estará disponible con llantas de 17″, 18″ y 19″ e incluirá la opción de neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
A bordo, también hay muchos cambios, aunque de nuevo la disposición de los elementos se ha preservado en pos de la funcionalidad.
Así nos encontramos con un salpicadero en el que, según Toyota, se ha trabajado y mucho en la ergonomía. También estará presente un equipo multimedia con pantalla de 8″, nuevas botoneras, y una instrumentación con pantalla TFT a color de 4,2″. También hay un volante modernizado, nuevos acabados y nuevas combinaciones de diseño y color, en negro, en marrón y negro, o incluso en beige.
Más tecnología, para la carretera, y el campo
Los Toyota Land Cruiser automáticos, con líneas más equipadas, montarán de serie Toyota Safety Sense con cámara y radar, lo que permitirá integrar tecnologías como el Sistema de Seguridad de Precolisión (PCS) con Detección de Peatones, Control de Crucero Adaptativo (ACC), Avisador de Cambio Involuntario de Carril (LDA), Control Inteligente de Luces de Carretera (AHB), Detector de Ángulo Muerto (BSM), Alerta de Tráfico Cruzado Posterior (RCTA) y un Sensor de Presión de Neumáticos (TPSW) mejorado.
Potencia diésel para el Toyota Land Cruiser
A este lado de Europa, el Toyota Land Cruiser se mantiene fiel al turbodiésel. De nuevo empleará un motor 2.8 D-4D de 177 CV de potencia, en combinación con un cambio manual, o un cambio automático de seis velocidades. En ambos casos, el consumo homologado en ciclo combinado NEDC será de 7,4 litros/100 kilómetros y sus emisiones de CO2 de 194 g/km. Cifras similares a las de su predecesor.
Aunque imagino que no hará falta decirlo, el Toyota Land Cruiser incorpora de serie tracción a las cuatro ruedas, reductora y bloqueos independientes para los diferenciales delantero y central.
En otros países también se comercializará con dos motores de gasolina, un cuatro cilindros de 161 CV de potencia, y un V6 de 4 litros de desplazamiento y 249 CV de potencia.