Una unidad policial inglesa, especializada temas de tráfico en el distrito de Bradford, publicó en su cuenta de X (Twitter para los amigos) el pasado 4 de febrero las imágenes de un vehículo retenido en su depósito.
Las reparaciones son caras, pero poner en riesgo la seguridad vial no tiene precio
El coche en cuestión es un Toyota Yaris de 2008 y relatan que tuvo un accidente el día anterior a su detención, en el que la puerta trasera derecha sufrió un gran daño en forma de agujero.
Toyota Yaris
El propietario decidió simplemente tapar el agujero con papel pintado, del que se usa en las paredes de las casas, y un poco de infalible cinta de embalar marrón.
Retención del vehículo y conductor denunciado
A los policías les hizo gracia la originalidad de la reparación, pero no permitieron que el coche siguiera circulando en ese estado.
Tras una inspección más a fondo del resto del coche, descubrieron también que uno de los neumáticos estaba en las lonas.
El coche fue inmovilizado en las dependencias de la policía y no podrá circular hasta que se realicen las reparaciones necesarias. Por otro lado, el conductor fue denunciado por “conducir un vehículo en condiciones peligrosas”.
Pensando en la seguridad de un vehículo
A la hora de valorar la seguridad de un coche, hemos escuchado siempre hablar de las estrellas Euro NCAP. El diseño de su construcción y los diferentes elementos adicionales de seguridad, como el número de airbag, o los distintos sistemas de prevención del accidente, son sin duda un atractivo de venta a la hora de decantarse por un modelo u otro, si estar protegidos dentro de una tonelada y media de hierro es lo que nos interesa.
Pero más allá de lo que una marca afirme sobre lo seguros que son sus coches, entra en juego nuestro papel como propietarios. Mantener el coche en unas condiciones óptimas para circular es esencial para que todo ese diseño en materia de seguridad tenga sentido. De poco nos servirá que el coche monte ESP, ABS o detector de peatón con frenada automática, si los neumáticos que llevamos son los mismos con los que salimos del concesionario hace 12 años.
Por suerte, a día de hoy, la población está más concienciada sobre esto, pero siguen dándose casos como el mencionado en este artículo, en el que ya sea por negligencia o desconocimiento, la seguridad queda desplazada al segundo plano, poniendo en riesgo la integridad de los que nos rodean.