Parece una nave espacial, pero en verdad, es un coche creado para repartir pizzas. Al mismo tiempo, es un monoplaza ligero con motor rotativo y un coeficiente aerodinámico de solo 0,15. Os prometo que todo tendrá sentido a medida que avance el artículo, pero antes, tenemos que poneros en contexto. Corrían los años ochenta, y entonces, Domino’s Pizza – la cadena de pizzas más grande de EE.UU. – se enorgullecía de su compromiso de entregar pizzas calientes a sus clientes en 30 minutos o menos. Y para ello, necesitaba un vehículo de reparto.
En España estamos acostumbrados a que los «pizzeros» nos entreguen nuestras pizzas en una scooter o un ciclomotor, pero en Estados Unidos, prácticamente todo el mundo vive en zonas suburbanas y las distancias son muy superiores. Las pizzas se reparten en coche desde que existen los negocios de comida rápida a domicilio. Empresas como Domino’s Pizza tienen flota propia de reparto, y en los ochenta, experimentaron con un vehículo hecho a medida para la entrega rápida a domicilio de pizzas. El resultado es el Tritan A2 Aerocar.
El coche fue desarrollado por Tritan Ventures, una empresa afincada en Ann Arbor, Michigan (EE.UU.) y fue encargado por el propio fundador de Domino’s Pizza, Tom Monaghan. Ann Arbor, por cierto, también es la sede de Domino’s Pizza, no es un lugar casual. El coche fue pergeñado por James y Douglas Amick, habiendo este último experimentado con vehículos especialmente eficientes desde el año 1969. El Aerocar era un coche de tres ruedas, y su diseño era extremadamente futurista y aerodinámico, con el objetivo de consumir el menor combustible posible.
Aunque su carrocería era un monocasco, hacía uso de abundante fibra de carbono y tenía un enorme alerón en su parte trasera, además de un morro muy alargado con ópticas carenadas. Era un monoplaza, y en su parte trasera tenía originalmente un horno eléctrico para mantener las pizzas calientes. El coche estaba propulsado por un motor rotativo Syvaro SP-440 refrigerado por aire, de 440 centímetros cúbicos. Este motor desarrollaba 30 CV, pero gracias a su peso de solo 410 kg y su aerodinámica, permitía al Aerocar alcanzar una velocidad máxima de nada menos que 153 km/h.
Estas prestaciones se daban la mano de un consumo de combustible de 2,9 l/100 km, inferior al de una scooter, con las que comparte un cambio de variador continuo. En 1985, Tritan Ventures entregó los primeros diez prototipos a Domino’s Pizza, que comenzó a usarlos como vehículos de reparto en Ann Arbor. La idea de Domino’s era adquirir 180 unidades y usarlas en diferentes sucursales a lo ancho y largo de Estados Unidos. El plan nunca llegó a completarse, por razones que nunca fueron comunicadas – posiblemente tuvieran que ver con costes elevados o consideraciones logísticas. Nunca lo sabremos.
No obstante, las diez unidades entregadas fueron donadas por Domino’s Pizza a diferentes museos automovilísticos de Estados Unidos, y a día de hoy, se sabe del paradero de siete de las diez unidades. Solo dos de las unidades están en manos privadas. Ninguna de las unidades conserva el horno eléctrico que mantenía las pizzas calientes, ya que fue desmontado por la cadena de pizzas. La noticia es que una unidad será subastada del 9 al 11 de noviembre en la subasta que Mecum Auctions organiza en Las Vegas, Nevada (EE.UU.).
Se espera que la unidad alcance un precio elevado, ya que la única referencia de precios consiste en una transacción producida en 2019, en la que un Tritan A2 cambió de manos por 44.800 dólares.
Fotos del Tritan A2 Aerocar