Para los que tenemos un coche entrado en años, la ITV es un ritual anual poco agradable. Sabemos que nuestro coche tiene algún que otro achaque y sabemos que está bien mantenido, pero siempre esperamos alguna sorpresa desagradable en esta inspección anual. Muchas veces, esa sorpresa desagradable viene en la prueba de gases, especialmente si nuestro coche es diésel. Su valor de opacidad es más elevado de la cuenta, y nos vamos a casa con una ITV desfavorable. Sin embargo, hay un truco que te hará perder – y para siempre – el miedo a esta prueba de gases.
La puesta a punto italiana
¿Por qué un coche diésel puede suspender la prueba de gases en la ITV? Los motivos pueden ser variados, siendo uno de los más habituales la acumulación de carbonilla en su sistema anticontaminación, especialmente en la EGR (válvula de recirculación de gases). Si nuestro coche es conducido a ritmos tranquilos, en trayectos cortos o trayectos urbanos, el hollín pronto se adueñará de la EGR, además del colector de admisión del coche. Cuando hagamos la prueba de gases, saldrá expulsado de golpe, haciendo que caigamos con todo el equipo.
Esta es una de las posibles causas. Otras causas pueden ser unos inyectores fuera de punto, cuya vida útil ha superado su fecha de caducidad – los inyectores de un coche diésel son piezas hasta cierto punto consumibles. Lo mismo ocurre con el filtro de partículas (¿qué es el FAP?), si nuestro coche lo equipa. Su vida útil puede rondar o superar los 200.000 km, pero no es infinita: si está desgastado o roto no filtrará adecuadamente las partículas en suspensión del gas de escape. Si está obstruido o muy saturado tampoco hará adecuadamente su función de filtrado, además de hacernos perder potencia.
Asumiendo que nuestro coche esté en un estado mecánico aceptable, pero haya dado alto en la prueba de opacidad de la ITV, es posible corregir de forma gratuita este defecto. El mismo método es una medicina preventiva que nuestro coche debe tomar antes de acudir a la inspección. Ese método es «la puesta a punto italiana». ¿En qué consiste la puesta a punto italiana? Consiste en elevar el régimen de giro del motor y hacer varias aceleraciones a fondo. Para que sea efectiva y no dañe nuestro coche, debe hacerse con el aceite del motor a temperatura de servicio.
Lleva a cabo una serie de aceleraciones fuertes en tu coche diésel, sin miedo de superar las 4.000 rpm. Si tu coche estaba lleno de hollín, verás nubes negras salir por el escape desde tu espejo retrovisor. Con tres o cuatro aceleraciones fuertes debería ser suficiente. Alternativamente, no es una mala idea circular en marchas cortas, llevando el motor por encima de su régimen habitual de funcionamiento. La alta temperatura de escape y el mayor caudal de gases de escape eliminarán gran parte de los depósitos de hollín, y asegurarán que tu coche llegue «limpio» a la ITV.
Este proceso es completamente gratuito, y en una parte muy importante de casos, altamente efectivo. Si lo combinas con un aditivo limpiador de calidad – mucho énfasis en calidad – el resultado puede ser aun más brillante. Si practicando la puesta a punto italiana tu coche sigue estando alto de gases y no pasa la ITV, mucho me temo que tendrá que pasar por taller, donde se revisará su sistema de inyección y su sistema anticontaminación. Puede que en ese caso sea necesaria una descarbonización del FAP o una limpieza/reemplazo de inyectores, entre otras labores.
Sea como fuere, la puesta a punto italiana te asegurará entrar a la inspección en las mejores condiciones «de juego», con independencia del estado del coche.
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