Como bien sabéis, TVR está a punto de volver a las calles. La mítica empresa británica ha pasado por diversos propietarios tras su quiebra, pero por fin está en buenas manos. Ha sido rescatada por un grupo de inversores que aprecian su legado, y pretenden devolverla a su pasada gloria con un renacimiento por todo lo alto. Como ya os hemos contado, este renacer viene acompañado de la mano de Cosworth en la mecánica y de Gordon Murray – el diseñador del McLaren F1 – en lo tocante a chasis y puesta a punto. Un cartel de lujo que podría llamarse Griffith: la marca acaba de patentar de nuevo esta denominación mítica.
TVR fue constituida de nuevo en 2015, y desde entonces la marca ya nos ha enseñado el chasis del vehículo, que debería comenzar a producirse a lo largo del presente año. Ya en 2015 la marca volvió a patentar las denominaciones Tuscan y Grantura, siendo esta última el nombre del primer TVR – creado por Peter Wheeler el lejano año 1958. El TVR Griffith llegaría unos años después: nació en 1964, y era un coupé de altas prestaciones movido por potencia V8 de origen estadounidense. Aunque la marca aún no ha tomado su decisión final, Griffith tendría muchas papeletas para ser la denominación comercial elegida. Ahora os contamos el porqué.
Griffith era el apellido del importador de TVR en Estados Unidos, que partiendo de la base de un TVR Grantura, los modificaba para participar en competiciones en suelo americano. En 1991, TVR volvió a lanzar el Griffith, en esta ocasión con un chasis basado en el TVR Chimaera y un motor Rover de ocho cilindros en uve. Producido hasta 2002, sus versiones más potentes llegaron a cubicar 5,0 litros, desarrollando unos respetables 345 CV para un peso inferior a los 1.100 kilos. ¿Por qué entonces tiene tanto sentido que TVR vuelva a llamar Griffith a su renacer? Porque de nuevo, encontraremos un V8 bajo su capó.
Cosworth está preparando un V8 de 5,0 litros y alto régimen de giro, derivado de la arquitectura Coyote de Ford: es el mismo motor que encontramos en un Ford Mustang GT. Aunque tendrá raíces «yanquis», este motor ha sido completamente repasado por Cosworth, con el objetivo de imprimir a este nuevo TVR un carácter aún más visceral que el de sus predecesores. Será muy ligero – se estima un peso cercano a la tonelada – y tendrá una caja de cambios manual. Enfocado absolutamente a la conducción pura y dura, contará sólo con el mínimo imprescindible de ayudas electrónicas a la conducción.
Fuente: Autocar