Existen pocos temas tan polémicos como el hecho de que la Dirección General de Tráfico incorpore nuevos medios de vigilancia, para controlar a los conductores y, por supuesto, sancionar actitudes punibles. El último en generar controversia ha sido el de la incorporación de los nuevos drones de la DGT. Tras meses de pruebas, Tráfico ya ha comenzado a utilizar estos nuevos medios aéreos, no tripulados, para vigilar a los conductores, y emitir multas, sobre todo por no llevar puesto el cinturón de seguridad, o manipular el teléfono móvil mientras conducen.
Una lanza rota a favor de la DGT
Como os decíamos, los nuevos medios de la DGT suelen generar polémica y controversia. No solo eso. Cualquier medio de comunicación que se precie de serlo ha de ser muy crítico con los encargados de garantizar la seguridad en nuestras carreteras. Desde este medio hemos criticado en más de una ocasión lo perverso que resulta preservar la seguridad en carretera generando temor en el conductor, el temor de ser cazado, y multado. Ahora bien, ¿existe otra alternativa?
¿Qué otra estrategia puede seguir Tráfico para evitar que, cuando todas las acciones de concienciación y formación han fallado, sigamos conduciendo sin cinturón, con unas copas de más, o nos distraigamos manipulando el móvil?
La DGT ha regresado a las acciones publicitarias dramáticas que muestran la crudeza y, a fin de cuentas, la realidad, de los accidentes de tráfico.
Solo la estupidez explica que sigamos distrayéndonos con nuestro teléfono móvil y que nuestra dependencia adictiva de aplicaciones de mensajería y redes sociales este suponiendo un repunte en las distracciones que, según Tráfico, son la causa de uno de cada cuatro accidentes. Es evidente que la tecnología no es el problema, sino el uso que hacemos de ella. Sin ir más lejos, estos días os proponíamos un caso práctico de cómo Whatsapp puede salvar la vida de los moteros, y de cómo mejorar la seguridad en sus trayectos empleando algo tan sencillo como la localización en tiempo real.
Solo la estupidez explica que sigamos poniéndonos al volante de un coche sin un elemento de seguridad tan sencillo, y necesario, como el cinturón de seguridad, o afrontando riesgos tan altos como los que se asumen al conducir con unas copas de más. A pesar de todas las alternativas de movilidad existentes, muchos conductores siguen poniéndose al volante bajo los efectos del alcohol, a pesar de que esta es una de las principales causas de los accidentes de tráfico mortales en Europa.
La última campaña de la DGT, que se está llevando a cabo estos días, va precisamente dirigida a perseguir a aquellos que no utilizan el cinturón de seguridad o, peor aún, a quienes viajan con pequeños sin un sistema de retención infantil adecuado.
Vídeo de una de las campañas que la DGT llevó a cabo hace años, buscando concienciar del uso de los sistemas de retención.
Haciendo un ejercicio de empatía, solo podemos comprender la frustración que han de sentir los que velan por nuestra seguridad, agentes de Tráfico, responsables de la DGT, y servicios de emergencia, cuando cada fin de semana sigue sumando fallecidos en las carreteras, y dejándonos historias tan trágicas, como la del joven que fallecía recientemente en Madrid al cruzarse en su camino un conductor kamikaze, en dirección contraria, y triplicando la tasa permitida de alcohol.
