El elemento de seguridad más importante de nuestro coche, y que quizá haya salvado más vidas, se estima que sobre un millón en más de 60 años, no es otro que el cinturón de seguridad de tres puntos, cuyo uso es totalmente obligatorio en España desde 1992. Sin embargo, no abrochar correctamente el cinturón de seguridad tiene las mismas consecuencias en caso de accidente que no hacer uso del mismo, y es por ello que la DGT nos recuerda las «seis reglas de oro» para llevarlo de forma adecuada, ya que a 50 km/h un pasajero puede convertirse en un proyectil de 1.500 kg.
Apréndete como el abecedario las 6 reglas de oro 👑 para ponerse el #cinturón.
NUNCA te lo pongas ⚠️ :
❌Por encima del abdomen
❌Retorcido
❌Con holguras
❌Sin revisar tras un accidente previo👉 https://t.co/YHIRDf9m3T#ÁtateALaVida pic.twitter.com/J1LaB4KIJ3
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) November 7, 2020
Las seis reglas de oro para usar el cinturón
En nuestro país el uso del cinturón de seguridad en las plazas delanteras en carretera es obligatorio desde el año 1974, y no fue hasta 1992 cuando esa obligatoriedad se extendió a todas las plazas y bajo cualquier circunstancia. Así pues, las seis reglas para abrocharse correctamente el cinturón, incluidas las embarazas, pues la incompatibilidad de este sistema de seguridad con el estado de gestación no es más que un falso mito, son las siguientes:
1. Colocación: la banda diagonal debe pasar por el centro de la clavícula, entre el hombro y el cuello, y la horizontal debe quedar por debajo del abdomen. Asimismo, tampoco debe colocarse la banda diagonal por detrás de la espalda ni por debajo del brazo, como tampoco sentarse sobre la horizontal
2. Evitar enrollamientos: ambas bandas deben quedar libre de zonas enrolladas o retorcidas, pues no sujetarán el cuerpo adecuadamente en caso de accidente, pudiendo dar lugar incluso a cortes u otros tipos de lesiones.
3. Sin holguras: el cinturón tiene que quedar en perfecto contacto con el torso y el abdomen, evitando cualquier tipo de holgura, por lo que una vez abrochado se recomienda dar un pequeño tirón del mismo para proceder a ese ajuste.
4. No utilizar abrigos: en épocas frías del año se recomienda no usar abrigos ni chaquetas, sobre todo los típicos plumones de gran volumen que quedan muy holgados respecto al cuerpo, así como tampoco introducir entre nosotros y el cinturón ningún tipo de cojín o almohada para ir más cómodos, ya que en caso de accidente resbalaremos por debajo de ellos, no quedando sujetos y facilitando que aparezca el llamado y temido «efecto submarino».
5. Posición del asiento: por otro lado, la posición del asiento respecto al cinturón también es fundamental, de forma que el respaldo quede más bien en ángulo recto y no muy inclinado, para evitar el mencionado efecto submarino, así como mantener un correcto ajuste en la altura de la banqueta y el propio cinturón, para que la banda diagonal no quede en contacto con el cuello.
6. En caso de accidente, sustitúyelos: si has sufrido un accidente es extremadamente recomendable cambiar el cinturón de seguridad por otro nuevo, ya que el trenzado del mismo puede haberse visto dañado y perder eficacia, así como los pretensores.
¿Cuáles son las consecuencias de no usar el cinturón de seguridad?
Según un estudio llevado a cabo por FITSA (Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad y el Medio Ambiente), un ocupante situado en las plazas traseras puede convertirse en un proyectil de 1,5 toneladas en caso de una colisión a sólo 50 km/h, incrementando por ocho el riesgo de matar a los usuarios de las plazas delanteras al golpear las rodillas o el pecho contra ellos. Otro estudio con el sello del RACE y de Goodyear, desvela que a 56 km/h en un impacto frontal la presión sufrida por un dummy en un crash test sobre el tórax fue de 2 toneladas, lo que provocaría la muerte inmediata de ese pasajero delantero.
En cuanto a la multa por no usar el cinturón, supone una sanción económica de 200 € y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir, salvo que se den una serie de supuestos en los que no es obligatorio usar el cinturón de seguridad, como el caso de taxistas en servicios urbanos, repartidores que estén realizando labores de carga y descarga a corta distancia dentro de poblado o en una maniobra de estacionamiento o marcha atrás, entre otros.