Los límites del dinero son inescrutables, y prueba de ello son las excentricidades automovilísticas de los más pudientes habitantes de Emiratos Árabes y de China, como nuestro protagonista Sam Li. Aunque más bien el protagonista es el Veloqx Fangio, la forma más fácil e innecesariamente cara de destrozar un Ferrari F12tdf por capricho puro y duro. Y por cierto, con problemas legales de por medio al usar el apellido Fangio sin permiso.
Por suerte -o por desgracia- tan solo existirán 12 unidades en el mundo del Veloqx Fangio, un superdeportivo que ha tomado la base del F12tdf y que ha sigo gestado por orden del propio Li. Y es que estamos hablando de que Sam Li es uno de los hombres más ricos de Hong Kong, y así lo demuestra con su exultante garaje conformado por varios McLaren F1, un Ferrari FXX, Bugatti Veyron y el exclusivo Rolls-Royce Sweptail.
Veloqx Fangio, o cómo arruinar un Ferrari F12tdf
La historia del Veloqx Fangio no solo nace a raíz de la saneada economía del señor Li, sino también a raíz del Velqox Team. Se trata de un equipo de carreras especializado en competiciones de resistencia y Le Mans que se ha aventurado por primera vez a crear un coche con licencia para circular por la vía pública, en gran parte gracias a Ferrari, aunque la familia Fangio quiere tumbarles el proyecto por usar el apellido sin autorización.
Pero mientras resuelven sus diferencias ante los tribunales, debemos saber que Sam Li adquirió en su momento 12 Ferrari F12tdf de los 799 que produjo la firma del Cavallino. Todos ellos han sufrido el mismo destino: convertirse en el Veloqx Fangio, una jugada que no sabemos si es acertada o un ejercicio que se lleva a cabo cuando te sobra -mucho- el dinero.
El diseño es idéntico en todas las unidades, y el cual se erige a raíz de sacrificar las bellas y sofisticadas líneas del F12tdf. El frontal se vuelve completamente irreconocible después de una buena dosis de anabolizantes derivados en una defensa sobredimensionada, unos faros finos y alargados y un desmesurado capó bajo el que reside el V12 atmosférico.
Pero es realmente en la zaga donde los cambios son no solo considerables, sino también cuestionables. Aquí se asienta un voluminoso alerón de grotescas dimensiones, así como un gran difusor que obliga a mover la salida de escape hacia una zona más elevada, donde en condiciones normales se encuentra el maletero del F12. El interior, por su parte, se encuentra inalterado a excepción de los logos de Veloqx.
No obstante, el Veloqx Fangio mantiene intacto el corazón del Ferrari F12tdf. Así, el v12 atmosférico de 6.3 litros sigue erogando 780 CV y 705 Nm de par, cifras que garantizan un 0 a 100 en 2,9 segundos y una velocidad punta de 340 km/h, así como una de las melodías más sobrecogedoras de la historia del automóvil por cortesía del doce cilindros.
Pese a los problemas legales que se puede topar Veloqx por parte de los descendientes de Fangio, la compañía asegura que las 12 unidades ya se han vendido. Por supuesto no se ha desvelado detalle alguno sobre el precio, aunque podemos estar seguros que no habrán sido cifras, ni muchísimo menos, aptas para el común de los mortales.