Las matrículas personalizables son un negocio boyante en los países que permiten su uso. En EE.UU. podemos reemplazar los números y letras de nuestra matrícula por un mensaje personalizado, siempre que no sea ofensivo y sea previamente autorizado por la autoridad competente. El coste del servicio es de apenas 200 dólares, variando según estado. En Reino Unido también podemos tener una matrícula personalizada, pero su proceso de compra pasa por subastas públicas, además de la venta entre particulares. Ello propicia que algunas combinaciones alcancen cifras verdaderamente astronómicas.
Hace un tiempo os hablamos de lo beneficioso que sería para el erario público que un sistema así existiese en España, y sigo reafirmándome en aquél artículo. Porque esos ingresos podrían usarse para reparar las carreteras, o para financiar cursos de seguridad vial – no toda la recaudación tiene que venir de los radares que plagan nuestra red vial. Para muestra un botón: en Reino Unido se ha puesto a la venta la matrícula más cara del mundo, y sólo en ingresos por IVA, el estado se llevaría más de dos millones de libras. Sí amigos, la combinación «F 1» vuelve a estar disponible.
La matrícula fue adquirida en 2008 por Afzal Kahn, el propietario y director de «Kahn Design» y «Chelsea Truck Company», dos de los preparadores preferidos de la jet set londinenses. Además, este empresario cuenta con negocios e inversiones – no tiene problemas de capital, en definitiva. La matrícula fue adquirida por 440.000 libras en su momento, y todo apunta a que Kahn busca un retorno del 2.400% para aquella inversión. Sí, pide por ella la friolera de 12,2 millones de libras. Cuando añadimos el IVA británico y traducimos su precio a euros el resultado es de 16,5 millones.
Una cifra absolutamente prohibitiva para cualquiera que no sea un millonario. Por ese dinero podrías comprar una pequeña flota de Bugatti Veyron. Incluso un par de McLaren F1, a los que podrías poner otra matrícula. Está claro que es una venta puramente especulativa: quién adquiera esa matrícula – de venderse a dicho precio, claro está – buscará recuperar su inversión en unos años. Kahn afirma que ha declinado ofertas de 6 millones de libras por la combinación de letras y números en su poder. Vivimos en un mercado libre y en un sistema capitalista, pero todo este asunto roza el más puro absurdo.
Hasta el momento, la matrícula más cara vendida en Reino Unido fue «25 O», vendida por casi 520.000 libras y colocada actualmente en un Ferrari 250 GT de batalla corta.
Fuente: Carscoops