En abril, durante los días más duros de la primera ola del Covid-19, un héroe anónimo entró en mi mundo. Se trataba de Johan Muter, un holandés aficionado a la mecánica, que además de un interesante canal de YouTube, acababa de construir un Mercedes 190 E de escándalo. Posiblemente el sleeper definitivo: una pequeña berlina, cuyo motor más grande de serie era un 2.6 de seis cilindros, a la que había instalado el enorme 6.0 V12 de un Mercedes S 600. Un misil tierra-tierra de 425 CV de potencia, que ahora pone a la venta. El sleeper definitivo puede ser tuyo.
Antes de nada, hemos de hablar del precio de este coche. Es un coche del año 1984, y cuesta la friolera de 68.950 euros. Es un coche carísimo, y ningún Mercedes 190 E comanda precios similares, a no ser que estemos hablando de una versión 2.5-16 Evolution. Aunque pidan casi 70.000 euros por esta unidad, hay que tener en cuenta que Johan Muter ha invertido tres años y medio y más de 1.500 horas en la creación de este proyecto. Y desde luego, no es un coche construido en casa por un mecánico aficionado. Es un coche «armado» a conciencia.
En cuanto a su mecánica, hablamos del mítico 6.0 V12 M120, un motor atmosférico procedente de un Mercedes S 600 de la generación W140. Este motor ha recibido una electrónica a medida y está asociado al cambio 5G-Tronic de un Mercedes CL 600. Mediante otro sistema electrónico a medida, han conseguido que se comunique con las levas tras el volante, procedentes de un Mercedes Clase C W204. De un Mercedes Clase E W210 procede la columna de la dirección y los frenos traseros, mientras los delanteros son los mismos Brembo de 300 mm de diámetro de un Mercedes SL 500 R129.
El resto del coche también está construido a partir de retales de otros Mercedes. Las llantas son de un S 600 de la carrocería W220, mientras que el sistema de refrigeración, el eje de transmisión o el eje trasero proceden de un S 600 de la carrocería W140. El subchasis trasero procede de un Clase E W210, con un sistema de suspensión adaptado a este subchasis, además del subchasis delantero del 190 E original. El interior del coche es el mismo interior deportivo forrado en cuero de un Mercedes 190 E 2.3-16. El sistema de escape es completamente artesanal.
Por lo demás, el coche está completamente restaurado y lleva un kit de carrocería procedente del lavado de cara del Baby Benz. Más allá de una toma de aire camuflada en el faro izquierdo, nadie diría que esta pequeña berlina esconde un motor capaz de desarrollar la friolera de 425 CV. Un coche tremendamente rápido: el 0 a 100 km/h se completa en 4,8 segundos y teóricamente, podría alcanzar una velocidad punta de 310 km/h. No se tiene constancia de otro coche en el mundo con un swap similar, y mucho menos con un swap tan bien cuidado e integrado.
Fuente: JMSpeedshop