Mis compañeros David y Juanma publicaron hace unas semanas unos vídeos defendiendo, por una parte, las virtudes de los SUV, y por otra parte, las virtudes de los familiares. Ambos están equivocados. En este artículo – y la prueba en vídeo que lo acompaña – os voy a demostrar por qué una humilde furgoneta de pasajeros es realmente el coche que tenéis que compraros. Pero seremos justos, y no solo analizaremos sus ventajas, si no también sus inconvenientes objetivos, para que seáis capaces de tomar una decisión informada a la hora de comprar coche.
Hace años, comprar una furgoneta podía tener connotaciones no demasiado positivas. Eran vehículos de uso casi exclusivamente profesional y solo cuatro locos amantes de las camperizaciones compraban viejas furgonetas para irse de aventuras con ellas. Hoy en día, son vehículos al nivel de un turismo en equipamiento y seguridad, tienen diseños cada vez mas cuidados y son inmejorables tanto en relación calidad-precio, como en practicidad. Veamos qué ventajas tienen sobre un SUV o un familiar, y cuáles son sus escasos inconvenientes.
Ventajas de una furgoneta frente a un SUV o un familiar
Su precio es aproximadamente un 15% inferior al familiar equivalente, y puede ser hasta un 50% inferior al SUV equivalente, por ejemplo en gamas como la de Peugeot. Un ahorro monumental en precio de adquisición. Su mantenimiento es muy asequible. Usan medidas de neumático muy comunes y prescinden de enormes llantas. Sus consumibles tienen precios muy contenidos gracias a su origen humilde y comercial, ya que son los mismos que mantienen en la carretera a sus versiones de carga. Además, son vehículos más robustos y duraderos – gracias a haber sido diseñados con el maltrato industrial en mente, se les presupone una mayor durabilidad, especialmente en su tren de rodaje.
Su principal ventaja es que cuentan con una relación óptima de tamaño exterior versus tamaño interior. Esto es posible gracias a su diseño tan cuadriculado, un diseño, eso sí, que debe entrarnos por los ojos. Sus plazas delanteras son enormes y nos ofrecen un acceso y egreso comparable al de un SUV, y mucho mejor que el de un familiar. Además, tenemos mucha altura interior y y un salpicadero repleto de huecos, además de una gran visibilidad.
El acceso a las plazas traseras se lleva a cabo por puertas correderas, mas grandes y prácticas que las puertas tradicionales, especialmente en espacios estrechos. Esta Toyota ProAce City cuenta con tres anclajes ISOFIX en sus tres asientos individuales, algo de lo que prácticamente ningún SUV y ningún familiar puede presumir. Las furgonetas también pueden tener una tercera fila de asientos. Esta ProAce City tiene una tercera fila real, ya sea de carrocería corta o larga. Si hablamos de una furgoneta compacta como la ProAce City, su espacio y habitabilidad ya están al nivel de un SUV de gran tamaño.
Pero si hablamos de una furgoneta de mayor tamaño, su tercera fila es tan amplia y cómoda como la segunda fila. A día de hoy, han dado el relevo a los ya extintos grandes monovolúmenes y son el único vehículo que permite que siete o más adultos viajen cómodamente largas distancias. Los familiares ni siquiera tienen la opción de llevar una tercera fila de asientos. Otra ventaja clave es que tienen un maletero gigantesco, con una boca de carga enorme y perfectamente regular, a una altura al suelo perfecta. Ideal para los bártulos de una familia con niños.
Aunque es un portón muy grande, su luneta puede ser practicable, compensando ligeramente el enorme tamaño que tiene. El maletero de esta ProAce City es de 597 litros, en configuración de cinco plazas y carrocería corta. Abatiendo todos los asientos podemos cargar dos palets europeos en su interior, y para encontrar un vehículo con un maletero comparable en la gama de Toyota, tenemos que irnos a vehículos al menos 20 centímetros más largos. Por último, su tren de rodaje está preparado para el maltrato del reparto urbano: tiene una considerable altura libre al suelo y muchas protecciones en los bajos.
Desventajas de una furgoneta
El principal inconveniente objetivo es que su consumo es peor que el de un SUV. De hecho, en promedio, es entre un 10% y un 15% peor que el de un SUV equivalente. Es causa de su superficie frontal enorme, un coeficiente aerodinámico muy mejorable – condicionado por su diseño – y una zaga cortada a cuchillo, que además genera turbulencias aerodinámicas. Otras desventaja es que en general, las furgonetas tienen una altura considerable. Esta ProAce City, con las barras de techo montadas, mide 1,88 metros de altura. Furgonetas algo más grandes como las Volkswagen Multivan T6.1 miden ya casi dos metros de altura.
Debemos tener cuidado en ciertos aparcamientos antiguos, estaremos al límite de su altura máxima. Al mismo tiempo, las maniobras de aparcamiento pueden ser desafiantes a causa de sus esquinas cuadriculadas. Además, su gama de motores es más limitada que la de un SUV o un familiar, y carece de versiones potentes o deportivas. Suele estar compuesta por motores probados y sencillos, como es el caso del 1.5 turbodiésel de 130 CV de la ProAce City probada. Salvo casos muy puntuales y específicos, carecen de tracción total. Si te llamas David G. Artés, no te servirán para ir al circuito de Ocaña.
Sus prestaciones son inferiores a las de un familiar a igualdad de motorización. Es innegable, un familiar es más ligero y más aerodinámico. Realmente sí tienen prestaciones comparables a las de un SUV equivalente, ya que su peso es similar y comparten esa aerodinámica mejorable. Ahora bien, de forma puntual, las furgonetas pueden más ágiles en conducción urbana, ya que suelen tener relaciones de cambio más cortas, derivadas de su origen comercial y uso habitual con carga.
Comportamiento dinámico y seguridad activa
En general, las furgonetas tienen un tacto de conducción filtrado y nada emocionante, a no ser que seas un repartidor de servicio urgente – entonces es capaz de convertirse en un superdeportivo. Bromas aparte, si somos muy petrolheads, un familiar siempre va a ser un coche con un tacto de conducción mucho más acorde a nuestros gustos. Siendo honesto con vosotros, incluso muchos SUV tienen mejor comportamiento dinámico que esta furgoneta: la dirección no nos dice nada y la suspensión puede llegar a ser rebotona en algunos baches – ya que está preparada para funcionar mejor con cierta carga.
No obstante, no todo es malo. Ni los familiares, ni especialmente los SUV, ninguno de ellos puede presumir de la excelente visibilidad que tenemos. Además, vamos sentados a una altura excelente para dominar el tráfico. Y sí, comparte con los SUV una mayor “peligrosidad” a causa de su peso, mayor centro de gravedad e inercia, pero al igual que estos, no son vehículos que nos inciten a conducir con agresividad o velocidad.
Tiene el mismo nivel de seguridad de cualquier turismo o SUV moderno a nivel de seguridad pasiva. Pasa las mismas pruebas de choque de EuroNCAP y comparte con los SUV una masa superior a la de un familiar, además de puertas altas y mucha chapa a nuestro alrededor. En lo tocante a seguridad activa, esta Proace City lleva de serie asistentes como reconocimiento de señales de tráfico, asistente de salida de carril, frenada autónoma con detección de peatones, control de crucero adaptativo o detector de fatiga.
Decisión emocional
Sí, las furgonetas también son una compra emocional. Son una compra emocional porque las furgonetas molan, porque las furgonetas tienen carácter y mucha personalidad. Son una compra emocional porque nos permiten cargar las bicicletas, las tablas de surf o todo el equipamiento de escalada de nuestra próxima excursión con amigos. Eso sí, son vehículos para gente sin complejos, para gente que conozca sus virtudes, y gente a la que no moleste que les digan que el origen de su vehículo es una “herramienta de transporte”.
Además, son el coche ideal para sentirte arropado por tu familia, amigos y conocidos: vete preparándote para que todos ellos te pidan ayuda cada vez que tengan que mover muebles, en sus próximas mudanzas o excursiones a IKEA. El que avisa no es traidor.
Conclusiones
Creo que en este vídeo queda demostrado que una furgoneta puede superar a un SUV y a una ranchera de siempre en muchas facetas del día a día, y queda demostrado que es realmente el vehículo ideal para las necesidades de una familia. Pese a tener ciertos incovenientes, son vehículos tan polivalentes y tan prácticos, que en mi opinión, son prácticamente imbatibles. Yo lo tengo claro, me quedo con una furgoneta.