Junio no ha sido un buen mes para las matriculaciones de coches nuevos. Los turismos han registrado el peor junio de los últimos tres años, con una importante caída en las matriculaciones, especialmente en el canal de particulares, en un mes que ha triunfado el Dacia Sandero (ver los coches más vendidos en junio). El diésel, tampoco se ha librado y su cuota sigue cayendo. El diésel solo ha representado a uno de cada cuatro coches nuevos en junio, con una cuota del 25,9% (cifras de ANFAC).
El diésel sigue desplomándose
El diésel sigue acumulando caídas y su cuota en junio ha sido la más baja este año. La gasolina representó en junio un 63,4% del mercado del coche nuevo, con más del doble de las matriculaciones que el diésel. Y en el acumulado la situación no es mucho mejor, puesto que en el primer semestre de este año el diésel se sitúa con una cuota del 27,7%.
La explicación que encuentra el sector, de la caída de las matriculaciones que arrastra el mercado en los últimos diez meses, pasa por el desplome que está sufriendo el diésel. Y el desplome del diésel, a su vez, consideran que se debe a la falta de estímulos y a la confusión que se ha generado en el consumidor.
Imágenes del Mercedes Clase E 300 de, un diésel híbrido y enchufable.
GANVAM, sin ir más lejos, aseguraba que «no es de recibo que vehículos diésel que cumplen con toda la normativa medioambiental y que son absolutamente eficientes caigan el 33%».
El diésel representa a uno de cada cuatro coches nuevos en junio
Como os decíamos anteriormente, el diésel ya representa tan solo a uno de cada cuatro coches nuevos registrados en junio. Pero si nos centramos en el mercado de particulares la situación es incluso peor. El diésel se sitúa con una cuota de 20,84% (EstadísticaCoches), lo que significa que entre particulares el diésel apenas representa a uno de cada cinco coches que se matriculan.
Mientras tanto, la consecuencia directa de la caída de las ventas de diésel está siendo un aumento de las emisiones medias de CO2 homologadas por los coches nuevos que se están matriculando. Un efecto que va en la dirección opuesta a los objetivos de reducción de emisiones que han de alcanzar los fabricantes de coches y que se han propuesto los miembros de la Unión Europea.