Con la llegada del 21 de Mayo de 2018 llega la temida reforma de las ITV que tiene en vilo a miles de conductores en España. Nuestros coches se enfrentan a una reforma que pretende implantar inspecciones más exhaustivas, además de introducir otros cambios burocráticos, pero entre tanto miedo y conjeturas, qué tal si descubrimos qué es la reforma de las ITV y si de verdad afecta, y cómo, a nuestros coches.
El verdadero objetivo de la reforma de las ITV
Lo primero que debemos aclarar es que aunque la entrada en vigor de esta reforma introduce varios cambios, el principal objetivo de esta revisión de las ITV es acabar con los fraudes en materia de emisiones, bien sea por manipulación desde fábrica como fue el Dieselgate de Volkswagen, bien sea por manipulación por parte del conductor. La idea es sumamente sencilla, empleando exámenes como la medición de gases que hasta ahora se empleaba, pero complementando está prueba con equipos de análisis más precisos que permiten detectar anomalías o indicios de manipulación en los diferentes sistemas anticontaminación.
Nos afecta a todos… o no
Se ha hablado largo y tendido sobre que cualquier coche se verá afectado por esta nueva reforma, especialmente aquellos con motor diésel metido en años. La realidad es bien diferente y es que la reforma en las inspecciones técnicas se centra en los coches homologados bajo normativa Euro 5 o superior, es decir, todos aquellos coches nuevos fabricados a partir de Enero de 2011 que estaban obligados a cumplir con la normativa Euro 5. Con la entrada en vigor de esta normativa aparecen elementos tan importantes y polémicos como los filtros antipartículas (FAP) en los motores diésel, elemento muy popular por sus averías y por todos los coches que circulan con él anulado. Queda claro por tanto que el enemigo a batir es toda esa pillería que se ha extendido en España donde anular sistemas anticontaminacion como EGR o FAP se ha hecho incluso normal, siendo la prueba de diagnosis el principal arma con el que las ITV perseguirán estas acciones.
Qué hace la diagnosis en nuestros coches
Y llegamos al quid de la cuestión. La reforma de las ITV introduce como principal novedad el análisis de nuestro coche mediante examen de la centralita o ECU conectando un ordenador al vehículo mediante el puerto de diagnosis OBD. Gracias a este análisis, la ITV tiene acceso directo a la memoria de averías del vehículo, pudiendo detectar cualquier fallo en los sistemas anticontaminación en cuestión de segundos. El nivel y calidad de información suministrada por un coche mediante este sistema varía mucho en función de su edad, el tipo de motor y las tecnologías en él usadas, pero por regla general cualquier manipulación en los sistemas que controlan las emisiones registran fallos esporádicos o memorizan averías permanentes que obligan a realizar un borrado de la memoria mediante sistemas de diagnosis sólo disponibles en casas oficiales o talleres especializados.
Como muchas cosas en esta vida, la prueba de diagnosis no es infalible y existen métodos avanzados para ocultar la manipulación en sistemas anticontaminación, pero llegados a este punto solo podemos recordar que aquellos que confían en estas soluciones no sólo están cometiendo un delito, sino que están jugando con la salud de que los que le rodean, la suya incluida claro.
Las ITV aún no están preparadas
Pero con la llegada del día 21 no todas las ITV se han puesto al día, es más, son la mayoría las que aún están adaptándose a esta reforma. Desde la puesta en marcha de la reforma hasta el mes de Septiembre se ha establecido un periodo de adaptación de los operarios y las líneas de inspección para poner en marcha el nuevo sistema de análisis vía OBD. Además, otro de los puntos clave sobre este análisis de la ECU, el que se centra en la inspección de los sistemas de seguridad del vehículo, todavía no cuenta con un método de análisis específico tal y como sí lo tiene el apartado de emisiones. No debemos pasar por alto que en España tan habitual es anular un FAP como trucar pretensores o airbags para ahorrarse la visita al taller. Aún así, parece que el análisis de los sistemas de seguridad aún tardará en llegar a las ITV aunque se realice mediante el mismo sistema de diagnosis a través del puerto OBD.
Ante este panorama podemos decir abiertamente que la reforma de la ITV ya está en vigor, pero ni está a pleno rendimiento, ni posee el alcance que se le presupone. Otras medidas también recogidas en esta reforma sí que estén plenamente activas, como la elevación de edad para la obtención de matrícula histórica, la posiblidad cambiar de centro tras un resultado desfavorable, la no necesidad de volver a pasar la ITV en un coche importado procedente de la UE con ITV en vigor, la obligatoriedad de demostrar quién y cómo se reparó tu coche tras un resultado desfavorable o el poder solicitar cita con hasta un mes de antelación a la fecha de vencimiento sin que ello modifique la fecha de próxima inspección.