Una vez más Tesla revisa la gama de sus coches para adaptarla a la llegada del Tesla Model 3. En esta ocasión, y tras eliminar la opción de 75 kWh, los Tesla Model S y Model X pasan a ofrecer la misma batería de 100 kWh, aunque limitada por software para ofrecer versiones distintas. Hablamos de una política idéntica a la ya vista en la gama del Model 3, una estrategia con la que reducir al máximo los costes y simplificar la producción de los coches de Tesla.
Tesla Model X
Por el momento este cambio de denominación y disponibilidad de baterías solo afecta al mercado norteamericano, aunque será tan solo cuestión de tiempo que llegue a otros mercados como España. La gama de Model S y Model X parten desde ahora de una misma batería con 100 kWh de capacidad, ofreciendo una variante de acceso y tres niveles superiores en función de la ganancia en autonomía o prestaciones.
Para hacernos una idea de como queda ahora la gama según el configurador para Estados Unidos tomamos como ejemplo la gama del Tesla Model S: «Model S» por 85.000 dólares con 499 Km, «Model S Extended Range» por 93.000 dólares con 539 Km, «Model S Performance» por 102.750 dólares con 507 Km y «Model S Performance Ludicrous Mode» por 122.750 dólares con 507 Km. Las diferencias de todas estas versiones a nivel de batería se basan en el software, permitiendo incluso realizar actualizaciones después de la fabricación, aunque serán mejoras más costosas si las comparamos con las tarifas del configurador.
Esta reestructuración de la gama de Tesla permite simplificar bastante la producción de Model S y Model X, descartando además la llegada de nuevas versiones a corto plazo. Recordemos que en el pasado hemos conocido versiones 60, 70, 75, 85 o 90, sin embargo a partir de ahora se elimina la numeración de la denominación comercial dado que la batería en Model S y Model X será la misma de 100 kWh.