A menudo somos testigos de infracciones en la carretera que podrían ser constitutivas de una sanción. Pero no es habitual que, además de presenciar la infracción, dispongamos de pruebas que atestigüen lo sucedido. Y aún menos que como ciudadanos particulares decidamos interponer una denuncia ante la Guardia Civil, las policías autonómicas, o la Policía Local.
Los procedimientos por los cuales un ciudadano denuncia a un conductor no son sencillos, ni habituales, y requieren pruebas, que en esta ocasión ha sido un vídeo, que no ha sido hecho público, que los afectados proporcionaron a la Guardia Civil. Pero en este caso no estamos hablando de una infracción cualquiera, sino de un adelantamiento temerario en el que se puso en peligro a los ocupantes de otro vehículo y a tres ciclistas. Decía el RACE a este respecto que «no son muchos los usuarios que se animan a este tipo de denuncias, bien por desconocimiento de esta opción, o por la dificultad de que se inicie el procedimiento sancionador».
Pero, como veremos a continuación, en el caso que nos ocupa la identificación y denuncia del conductor temerario prosperó. Y hoy ya sabemos que sí se pueden iniciar este tipo de denuncias y que pueden llegar a prosperar.
Vídeo de archivo de la DGT de un adelantamiento indebido a ciclistas
Un adelantamiento temerario a un vehículo y dos ciclistas
Cuenta el periódico La Provincia que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Las Palmas ha estado investigando a un varón de 57 años de edad, que conducía un vehículo el 7 de noviembre en la carretera GC-21, en el término de Teror, en sentido Las Palmas. Un tramo frecuentado por ciclistas, estrecho y con algunas curvas muy cerradas, la típica carretera con grandes desniveles que podemos encontrarnos en una zona escarpada isleña.
La investigación se centró en un presunto delito contra la Seguridad Vial por conducción temeraria. El conductor habría realizado un adelantamiento prohibido, a un vehículo y dos bicicletas, mientras en sentido contrario circulaba otro ciclista. El conductor siguió adelante con la maniobra y presuntamente habría puesto en peligro a los tres ciclistas y los ocupantes del vehículo.
Según esta información, la Agrupación de Tráfico llevó a cabo una investigación gracias a un vídeo, con unas imágenes grabadas y proporcionadas por los afectados, con los que se pudo llevar a cabo el análisis para incoar la correspondiente sanción. Tráfico pudo identificar el vehículo infractor, gracias a la placa de matrícula, y la información de que disponían era lo suficientemente clara como para identificar al conductor. En ese momento los investigadores descubrieron también que el conductor identificado lo estaba haciendo sin el permiso en regla, por haber «perdido su vigencia conforme a sentencia judicial firme».
Vídeo de archivo de la DGT de un adelantamiento poniendo en riesgo a ciclistas
Con pruebas, como un vídeo, se puede denunciar la conducción temeraria
La conducción temeraria está recogida en los artículos 380 y 381 del Código Penal, que establece que la conducción temeraria puede estar castigada con las siguientes sanciones:
- Penas de prisión de seis meses a dos años, que pueden llegar hasta los cinco años si existe «manifiesto desprecio por la vida de los demás»
- Multa de doce a veinticuatro meses
- Privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años, y hasta diez años en los casos más graves
También es importante destacar que es posible denunciar un presunto delito de conducción temeraria aunque, para que la denuncia prospere, es importante aportar todas las pruebas de que dispongamos. No es habitual que vayamos grabando la carretera, entre otras cosas porque el conductor tiene prohibido utilizar una cámara o un teléfono móvil mientras conduce. Pero sí es posible que un acompañante pueda grabar la escena o, como en el que caso que nos ocupa, que la grabación se haya utilizado mediante cámaras de acción (empleadas a menudo por ciclistas y motoristas) o mediante cámaras de tipo dash-cam, cuyas imágenes no solo pueden ser empleadas para llevar a cabo una denuncia por conducción temeraria, sino también para esclarecer lo sucedido en accidentes de tráfico de los cuales hayamos sido testigos.