El motor V8 más potente jamás fabricado por Ford para un coche de serie se llama Predator y tiene 771 CV. Con este nuevo propulsor Ford ha querido dar un sonoro puñetazo sobre la mesa, una mecánica fabricada a medida para el Ford Mustang más bestia de la historia. Pero cómo es fabricar un V8 de semejante potencia e importancia para Ford, hoy descubrimos en vídeo y paso a paso cómo se ensambla cada uno de los V8 que darán vida a los codiciados Shelby Mustang GT500 2020.
Sin lugar a dudas Ford ha convertido su nuevo propulsor V8 en todo un escaparate, de ahí que se haya tomado su tiempo para desarrollar el motor y junto a él una evolución del Mustang lo suficientemente mejorada como para adaptarse a la potencia declarada. Aunque podríamos pensar que este 5.2 V8 es poco más que una revisión del V8 Voodoo del Shelby GT350, nada más lejos de la realidad.
Ford Mustang
Ford Performance ha desarrollado este motor prácticamente desde cero para reforzar todas sus piezas y adaptarlo a las exigencias que habrá de soportar. La adición del compresor volumétrico Eaton de 2,65 litros no se trata de un sencillo kit «plug & play», sino que junto a esta sobrealimentación se han integrado importantes cambios para mejorar las prestaciones sin comprometer la fiabilidad. Recordemos que el objetivo de Ford no está únicamente en brillar en el cuarto de milla, sino en hacer del Shleby GT500 2020 un deportivo muy eficaz dentro de los circuitos, escenarios donde las necesidades son mucho mayores.
Sin conocer aún las prestacionales oficiales del Ford Shelby Mustang GT500 2020, sí que podemos adelantarte que su motor V8 será capaz de desarrollar 771 CV de potencia máxima, 847 Nm de par máximo y que además será capaz de girar hasta las 7.500 rpm. Para el 0-100 Km/h se habla de una aceleración en el entorno de los 3,5 segundos, clavando el cuarto de milla en menos de 11 segundos, porque sí, entre los diferentes modos de conducción existirá un programa específico «Drag».