Vaughn Gittin Jr. es uno de los pilotos profesionales de drifting más famosos hoy en día. Este piloto estadounidense compite en el D1GP y es un habitual de vídeos francamente impresionantes. Es el que se hizo parte del Nordschleife de lado con una Ford F-150 Raptor. Su coche de carreras es un Ford Mustang preparado para drifting, con un motor V8 «masajeado» por Roush hasta los 900 CV de potencia. Ya os enseñamos de qué era capaz este Mustang en el Infierno Verde, y ahora tenemos el placer de enseñaros el vídeo completo, grabado por Monster y Ford Performance. Si tienes que ver un vídeo hoy, que sea este.
Pensad por un momento en el privilegio que es tener el Nordschleife cerrado para ti. Aunque sea durante unas horas. Un sueño que tiene un elevadísimo coste y que sólo los fabricantes de coches u organizadores de carreras pueden permitirse. Para Vaughn Gittin Jr. poder dar rienda suelta a su Mustang en el Infierno Verde ha sido un verdadero sueño. El drifting no busca el tiempo de vuelta más bajo o el mejor paso por curva, busca el mayor ángulo, la mayor espectacularidad, la mayor cantidad de goma quemada. Cualidades más subjetivas, pero igualmente difíciles y desafiantes.
Ford Mustang
Lo que Gittin Jr. ha hecho nadie lo ha hecho antes. Ha dado una vuelta entera a los casi 21 km de circuito, sin dejar de quemar goma en prácticamente ningún momento. La prueba de ello es que para grabar el vídeo que os dejamos sobre estas líneas se han vaporizado tres pares de neumáticos Nitto NT555 G2, especialmente construidos para el drifting. Pero ni siquiera estos neumáticos son capaces de soportar durante mucho tiempo la violencia a la que los somete el motor V8 de 900 CV de este Mustang – sin olvidar las incontables ocasiones de uso del freno de mano hidráulico, técnica imprescindible del drifting.
En un uso normal, esos tres pares de neumáticos habrían durado unos 90.000 km. Glups. En el vídeo se puede ver como Gittin ataca cada curva, algunas de ellas tan míticas como el Carroussel o Flugplatz. La mezcla de sonido ha sido uno de los aspectos más cuidados, grabada con hasta seis micrófonos. Con velocidades de entrada de hasta 250 km/h y un dron como víctima involuntaria de su agresivo estilo de conducción – en muchas ocasiones su coche sale del asfalto, a zonas de gravilla o tierra – este vídeo es una verdadera proeza técnica. Si te gusta el drifting es un imprescindible para tu biblioteca.
