Hace tiempo que pasó por Diariomotor el meteórico Volkswagen Golf MkII de Boba Motoring, una bestia de más de 1.300 CV de potencia capaz de ridiculizar a un Bugatti Veyron. El registo que más impresionaba de aquél Golf era un 100 a 200 km/h de poco más de 3 segundos. Hoy os traemos otro Volkswagen Golf atómico, en esta ocasión un Golf R32 de cuarta generación, bajo cuyo capó habitan nada menos que 1.150 CV, deseosos de abanlanzarse sobre los cuatro neumáticos del coche. Lo vais a ver en acción, y lo vais a ver superar los 300 km/h con insultante facilidad.
De serie, el Volkswagen Golf R32 Mk4 era ya un coche realmente rápido. Su motor VR6 de 3,2 litros desarrollaba 240 CV, y estaba por primera vez asociado de forma opcional a una caja de cambios DSG de seis relaciones y doble embrague. Sobre el papel, aquél coche hacía el 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, una cifra impresionante si tenemos en cuenta que estamos hablando del año 2003. Los motores VR6 son fácilmente potenciables, y existe en Europa una potente escena de preparaciones con estos «uve estrecha» como protagonistas.
El Golf de Don Octane es posiblemente uno de los más radicales y rápidos de todo el continente. Su motor de 3,2 litros está completamente forjado y ninguno de sus elementos retiene su configuración de serie. Está sobrealimentado por un gigantesco turbocompresor Garrett GTX4202R, gracias al que desarrolla una potencia de 1.150 CV, y un par motor de nada menos que 1.200 Nm. Son cifras superiores a las del Bugatti Veyron. Por supuesto, retiene un sistema de tracción total permanente, convenientemente reforzado.
La caja de cambios no es una DSG de doble embrague, es una caja de cambios secuencial, diseñada para soportar el torrente de par motor que se abalanza sobre ella. En un evento en Alemania de aceleración en media milla – algo menos de 840 metros – el Golf de Don Octane cruza la línea de meta a una velocidad de 305,38 km/h, en un tiempo de sólo 17,03 segundos. Aunque el Golf de Boba Motoring fue algo más lento en la media milla, con un tiempo de 17,30 segundos, el Mk2 cruzó la línea de meta a unos mareantes 333,33 km/h.
No os perdáis los vídeos que acompañan a este artículo, y subid bien el volumen de vuestros altavoces.
Fuente: Carscoops