Ponte cómodo, píllate un buen cubo de palómitas y déjate llevar por el vídeo que ha preparado Nissan. Para los amantes de la mecánica, ya os adelanto que tenéis un nuevo clip en vuestra lista de favoritos, pudiendo ver como nunca antes ha sido posible al motor VR30DDTT de Nissan. Esta mecánica, convertida ahora en el corazón del Nissan Z, nos muestra hoy todas sus entrañas para fascinarnos por un lado, pero también para hacernos todavía más doloroso el hecho de no poder disfrutar este coche en Europa.
El sucesor de los Nissan 350Z y 370Z es una de esas piezas que todos los fans del automovilismo querríamos ver por Europa. Sin embargo Nissan, dadas las bajas ventas de este tipo de coches en nuesto mercado y sus altas emisiones, decidió no comercializar el nuevo Nissan Z en Europa. Pero esta lamentablemente pérdida no es motivo para no admirar la última creación de Nissan, pues sin duda estamos ante una de las mejores monturas de su categoría, rivalizando con pesos pesados como el Toyota GR Supra o el BMW M2.
Más allá de su llamativo diseño neoretro o su filosofía de deportivos de vieja escuela, una de las claves de este nuevo Nissan Z está en su propulsor. Abandonada la era de los V6 atmosféricos, Nissan decidió echar mano de su catálogo de motores turboalimentados para impulsar a la nueva generación del Z, apostando por un 3.0 V6 Twin-Turbo que era todo un desconocido en la gama Z, pero que ya había demostrado sus galones en coches como el Infiniti Q60 Sport.
Este motor V6, denominado como VR30DTT, desarrolla una potencia máxima de 400 CV a 6.400 rpm en el Nissan Z, pudiendo combinarse con un cambio manual de 6 relaciones o uno automático de 9 relaciones. Y ahora, por primera vez, podemos ver las entrañas de este motor en funcionamiento, algo que ha sido posible gracias a esta maqueta a escala real y totalmente funcional que emplea piezas móviles cromadas. A lo largo de este vídeo podemos ver con todo detalle cómo funciona cada componente, desde poleas a pistones, pasando por válvulas o turbinas de los turbocompresores. Yo sólo os digo que, entre la música y el movimiento de cada pieza, podría ver este vídeo infinidad de veces.