Es común que olvidemos la función que hacen los inyectores en un motor de combustión interna. Damos por hecho que introducen el combustible en el motor… y poco más. Puede que nos acordemos de ellos cuando empiezan a fallar en un diésel common-rail y tenemos que reconstruirlos. No obstante, no debemos olvidar que son hipnóticos instrumentos de precisión, que se encargan de introducir en las cámaras de combustión la cantidad precisa de combustible, miles de veces por minuto. Ver su funcionamiento en un banco de pruebas es simplemente hipnótico.
El vídeo que vais a ver tras estas líneas viene de un canal de YouTube llamado AutoTechnic, y nos muestra el funcionamiento de ocho inyectores de combustible en un banco de pruebas construido por la empresa ASNU. El objetivo de estos bancos de pruebas es comprobar el buen funcionamiento de los inyectores, tanto en su patrón de pulverizado de combustible, como en la cantidad inyectada. La cantidad inyectada se analiza en varios tubos a los que cae el combustible, y el patrón de pulverizado se comprueba de forma manual.
El banco de pruebas inyecta combustible imitando diferentes revoluciones de giro de un motor, desde unas irreales 200 rpm, hasta unas mareantes 10.000 rpm, que solo lograríamos en un motor de moto de alto régimen de giro. Si algo no va bien, puede que sea turno de reconstruir, limpiar de forma profesional, o sustituir los inyectores. A 2.500 rpm se puede aun ver el flujo intermitente de los inyectores, mientras que a 10.000 rpm, parece que estén permanentemente abiertos, inyectando un flujo constante de combustible. Es fascinante.
Llama la atención la cantidad de combustible que son capaces de inyectar en tan poco tiempo. Normalmente, sus flujos son mucho más frugales. No obstante, si quieres alucinar con un flujo de combustible, presta atención al caudal de combustible que recibe un solo cilindro en un dragster Top Fuel de 11.000 CV de potencia. Lo que entra en estos monstruosos motores – que funcionan con alcoholes vegetales – es un torrente líquido de combustible.
Fuente: The Drive