LLega a nuestro canal de YouTube una de las pruebas más esperadas del momento. La Volkswagen California T6.1, recién renovada y en una de las primeras unidades que llegan a España, se enfrenta a la que es a priori su rival más directo, la Mercedes Marco Polo. Con su renovación, la California abandona los motores básicos y aumenta su equipamiento, y a causa de ello, su precio. A igualdad de equipamiento y motor, es solo 2.500 euros más barata que la exclusiva Mercedes Marco Polo. Ya que compiten de tú a tú, vamos a ver cual es la mejor furgoneta camper mediana del momento. ¡Dentro vídeo!
Una batalla muy igualada entre furgonetas camper
Nuestra prueba se ha estructurado en varios elementos clave, parte indiscutible de la experiencia camper. Pero lo primero que debéis saber es que tanto las Mercedes Marco Polo como las Volkswagen California T6.1 es que ambas están basadas en vehículos de origen industrial. Por una parte, las California se basan en las Volkswagen Transporter T6.1, y por su parte, las Marco Polo en las Mercedes Clase V, que comparten plataforma con las Mercedes Vito – fabricadas en España, por cierto. Son una alternativa camperizada de fábrica a las conversiones que ofertan especialistas, basándose en furgonetas de carga o de pasajeros de otros fabricantes.
Volkswagen California
Otro detalle importante es que la California es camperizada por la propia Volkswagen, en sus instalaciones. Por tanto, la integración del mobiliario y ordenador de a bordo se siente completamente de serie. Por su parte, la Marco Polo es camperizada por Westfalia, y aunque es una gran camperización, hay algunos detalles que evidencian que es una transformación «externa». Dicho sea esto, ambas furgonetas tienen precios que arrancan hoy día en más de 65.000 euros, así que vamos a usar la misma vara de medir y las vamos a analizar como los vehículos premium que son.
¿Qué es lo mejor de cada furgoneta camper?
Obviando el diseño, más subjetivo, el primer punto donde encontramos diferencias es en su puesto de conducción y su tecnología. La California, más reciente, presume de instrumentación digital y equipo de infotainment de hasta 9,2″, mientras que la Marco Polo se conforma con una instrumentación más convencional. La unidad probada no lo equipaba, pero las Marco Polo ya montan el sistema MBUX, tan capaz o más que el de Volkswagen. A nivel de acabados, el acabado sufrido de plástico duro de la California parece más óptimo que el acabado blando, elegante y de color beige de la Marco Polo que probamos.
En lo tocante al mueble de la cocina ocurre algo similar, la California es menos elegante y refinada pero más sufrida a largo plazo, viceversa con la Marco Polo. Ambas cuentan con neveras de 40 litros (42 en la Marco Polo) y dos depósitos para aguas grises y limpias, de 30 litros en la Volkswagen y 40 en la Mercedes. En ambos casos, las cocinas interiores es mejor usarlas más para hervir pasta o hacer un café que para ponerse a freír croquetas o unas rabas de calamar. Pasando a las camas, ambas furgonetas tienen dos camas en las que podrían dormir hasta cuatro adultos.
Las dos camas de la California miden 2,00 x 1,20 m, mientras que en la Mercedes miden 2,05 x 1,13 m y 2,05 x 1,15 m, respectivamente arriba y abajo. Ambas son cómodas y hemos podido verificarlo durmiendo varias noches en ellas. La única diferencia significativa es que el techo elevable de la California es electrohidráulico de serie, y ese techo tiene una cremallera que nos permite abrir la parte frontal, mientras que en la Mercedes nos tenemos que conformar con dos mosquiteras laterales. Otra diferencia sustancial es el ordenador de a bordo de estas furgonetas camper premium.
En la California está en la consola del techo, es táctil y de un vistazo nos dice las horas restantes en la batería de a bordo, la capacidad de los depósitos de agua o la inclinación de la furgo, muy útil a la hora de estacionarla para dormir en ella. En la Marco Polo, aunque sus funciones son similares a excepción del inclinómetro, parece un tacógrafo de camión, muy poco intuitivo y ubicado en la parte inferior de la cubeta situada bajo la consola central – que por cierto, es molesta a la hora de girar los asientos.
Tampoco podemos olvidar que en la California la mesa y las sillas de camping están en la parte anterior del portón y la puerta corredera lateral, sin robar espacio a pasajeros o carga. En la Marco Polo, se almacenan en una cubeta bajo el somier de la cama inferior, restando un valioso espacio al maletero. No en todo va a ser inferior la Mercedes Marco Polo: a nivel dinámico, la Mercedes es mucho más solvente, con un tacto similar al de un turismo y motores diésel de hasta 239 CV, además de tratar mejor al pasaje, tanto en aislamiento, como en confort de marcha y en paso por curva.
La California tiene un tacto de conducción de furgoneta, menos refinado, con el volante inclinado hacia delante y con una suspensión más «rebotona». Con todo, aunque en tecnología son furgonetas parejas y en dinámica y en calidades la Mercedes es claramente superior, la ganadora de la comparativa ha sido la California T6.1. El motivo es que sus soluciones prácticas son claramente mejores, y en un vehículo en el que vamos a dormir, comer y vivir, marcan claramente la diferencia, especialmente en un uso más continuado y menos casual.
Ambos son grandes vehículos camper de lujo, pero la California T6.1, es mejor bajo nuestro criterio. No obstante, habría que pensar hasta qué punto el espíritu camper de estas furgonetas se corresponde con el «original». Quizá el espíritu nómada y de aventura está más presente en transformaciones caseras de antiguas furgonetas de carga o camperizaciones de bajo coste. Quizá quién tiene 80.000 euros para invertir en una furgoneta podría irse sin ningún tipo de problema a un hotel de cuatro estrellas en primera línea de playa.
