He de reconocer que los Volvo 850 T-5R son uno de mis particulares fetiches automovilísticos, además de los Saab – un fetiche al que he podido dar rienda suelta, en ese caso. Aquellos Volvo 850 T-5R convencieron al mundo de que Volvo no era sólo un fabricante de coches seguros y aburridos, convencieron al mundo de que eran capaces de fabricar un coche divertido y deportivo sin perder un ápice de su personalidad e imagen de marca. Aquellos «ladrillos voladores» son los protagonistas del último vídeo de Petrolicious. Sí, prepárate para ir corriendo a milanuncios desesperadamente tras ver el vídeo.
En verdad, el vídeo no tiene como protagonista al Volvo 850 T-5R. El coche en cuestión del vídeo es un Volvo 850 R. ¿Cuál es la diferencia entre ambos coches? El 850 T-5R desarrollaba 240 CV y sólo 6.964 unidades fueron producidas entre 1994 y 1996. El Volvo 850 R fue su sucesor, sin un límite a su producción y con ciertos componentes mejorados – como el turbocompresor o la centralita electrónica – que le permitían alcanzar los 250 CV de potencia. El sucesor del Volvo 850 R fue el Volvo S70 R, que era esencialmente el mismo coche, al que le habían aplicado un lavado de cara y algunas tímidas mejoras.
El Volvo 850 T-5R es el «santo grial» de los familiares deportivos de los años 90 de Volvo, pero el 850 R es realmente un coche superior en todos los aspectos. Y es un 850 R el coche que aparece en vuestras pantallas, adquirido por el entusiasta francés Hadrien le Flanchec hace unos años. El primer propietario del coche era un sueco, al que Hadrien compró el coche, convirtiéndose en su segundo dueño. Aunque este familiar en concreto supera los 360.000 km, su pintura, sus llantas y su interior no parecen haber acusado el paso de los kilómetros. Lo mismo ocurre con su robusto motor de cinco cilindros.
El propulsor turbo de 2,3 litros responde con fuerza y en palabras de su dueño, arranca perfectamente, no titubea y no consume aceite. Es un motor sano que continuará dando alegrías diarias a Hadrien. El Volvo 850 R es un verdadero sleeper, un coche de aspecto anodino – a excepción de su llamativo color rojo – que sin embargo esconde un tremendo potencial y rendimiento puro. Este «ladrillo volador» en su día era capaz de dar más que un susto a coches como el Porsche 911 Carrera o el BMW M5. Si quieres conocer más detalles sobre estos apasionantes coches, consulta nuestro artículo a fondo sobre su historia.
Galería de fotos del Volvo 850 T-5R
Fuente e imagen de portada: Petrolicious