La privacidad en los automóviles es un problema cada vez más serio, tanto más cuanto más moderno y conectado sea nuestro coche. Por ello el último descubrimiento hecho en Estados Unidos debería hacernos reflexionar sobre la cesión de datos a la que los conductores estamos sometidos, y es que por culpa de una inocente app con letra pequeña que nadie se leyó, ahora muchos conductores se están encontrando con el encarecimiento del seguro de sus coches, cuando no directamente la no renovación de su póliza.
Los datos de una App que terminaron en manos de las aseguradoras
De manos de un reciente trabajo de investigación realizado por The New York Times, hemos podido conocer que en Estados Unidos se está produciendo algo que da mucho en lo que pensar. El objeto de esta investigación estaba en esclarecer los motivos por los que cada vez más conductores estaban viendo cómo las pólizas de sus seguros se estaban encareciendo sensiblemente y sin motivo aparente.
Y la explicación estaba mucho más cerca de lo que nadie podía pensar en un principio, pues todo comienza en una aplicación instalada en el móvil por los propios usuarios y cumpliendo con todos los requisitos necesarios para operar en nuestro dispositivo. El problema obviamente estaba en la dichosa letra pequeña, pues los datos recopilados por esta app podían ser utilizados por terceros, y eso es precisamente lo que he ocurrido.
Fabricantes como General Motors (Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC), Honda, Acura, Hyundai, Kia o Mitsubishi son los señalados en esta investigación. A través del uso de aplicaciones como Onstar Smart Driver, empleada por todas las marcas de GM, nuestro teléfono móvil recopila información sobre nuestra conducción, teniendo en cuenta variables como aceleración, deceleración, velocidad, trayectos, etc. Si bien el objetivo principal de esta app es evaluar nuestra conducción y además ofrecernos diferentes funciones extra para gestionar nuestro vehículo en remoto, ahora sabemos que esos datos recopilados pueden acabar en quienes menos esperamos.
Al aceptar las cláusulas de uso de todas estas aplicaciones en lo que respecta a derechos de uso, los fabricantes tienen el consentimiento para ceder o vender esos datos a terceros, algo que ha sucedido a través del bróker LexisNexis en Estados Unidos, terminando toda esa información en manos de las aseguradoras. A partir de aquí, como es de esperar, las aseguradoras han usado toda la información adquirida legalmente para analizar de forma mucho más exhaustiva a sus asegurados, revisando su riesgo de accidente y por ende la prima de su seguro.
Si bien no existe fabricante de coches que a día de hoy no exija cesión de datos, un negocio valorado en millones de dólares que además es cada vez más rentable, la realidad nos demuestra que cada marca procede de forma diferente a la hora de recopilar estos datos, gestionarlos y advertir sobre su uso. Por lo que ahora más que nunca, será mejor revisar en detalle la letra pequeña de todo cuanto vayamos a aceptar para poder usar nuestro coche y sus avanzados sistemas.
Fuente: NY Times