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Conocemos a la alternativa eléctrica de Renault Trucks que puede ser clave en la industria del transporte

Aunque ya algo más apaciguada la crisis del transporte tras la entrada en vigor de la bonificación a la hora de repostar, sigue siendo una industria susceptible en estos tiempos que corren. Y qué tendrá esto que ver con una nueva propuesta de Renault Trucks, os estaréis preguntando. Pues lo cierto es que mucho, ya que la filial de camiones y furgonetas de Renault propone una solución que puede ser clave para resolver muchos de los problemas que se viven en la industria del transporte y que va al mismo compás que las leyes anti-contaminación: los camiones eléctricos.

Pude viajar hasta Normandía, región de Francia, para conocer no solo a esta nueva propuesta, sino también cómo se gesta en sus instalaciones. No os voy a mentir, ya que fui con ciertos prejuicios respecto a cómo se implantará la mecánica eléctrica en un vehículo como un camión que no solo hace trayectos urbanos, sino también largos viajes por autopista. Pues bien, la gente de Renault tenía respuestas a todas mis dudas.

La impresionante creación de un camión

Pero antes de adelantarme a los acontecimientos permitid que empiece por el fascinante proceso de fabricar un camión y un camión eléctrico. Todo empieza del revés, literalmente. Y es que en la planta de la firma francesa empiezan acoplando piezas al chasis con este dado la vuelta. ¿Por qué? Porque resulta mucho más cómodo para los operarios llevar a cabo la gestación de un camión de esta manera, ya que todo es más accesible.

Concretamente trabajan 200 personas en dicha línea de ensamblaje y, aunque parezca que no, se necesitan tan solo tres horas para fabricar uno. Esto se traduce en que cada 5 minutos un camión de Renault Trucks abandona la fábrica listo para cumplir con su cometido. Pero antes de ello es necesario completar un complejo proceso.

Y es que el segundo paso es el cableado, una de las partes más complicadas. Y es que aunque las máquinas faciliten la labor, realmente son varios los operarios los que lidian con esta parte que se completa cada cinco minutos, es decir, a un ritmo muy alto.

Una vez finalizado este paso el camión llega al ensamblado de ejes, donde suspensión, cojinetes, caja transfer y transmisión se instalan. Es cuando se termina esta parte cuando el camión cambia de posición, concretamente se ladea para poder facilitar el trabajo y realizar el siguiente proceso que es uno de los más importantes, el control de calidad.

El motor, por su parte, requiere de dos horas para su total instalación, y ofrecen potencias comprendidas entre los 210 y 400 CV según versión y modelo. Además, la cabina también se instala durante este proceso, y las cuales se construyen de manera íntegra en la propia fábrica de Renault en Normandía. Una vez motor y cabina acoplados, llega el turno de las ruedas para así proceder con el primer arrancado e iniciar el control de calidad en marcha.

Pero, ¿qué hay de los camiones eléctricos? Lo cierto es que tanto diésel como eléctricos comienzan el proceso de gestación en el mismo punto, pero sus caminos se separan cuando estos últimos se convierten en eléctricos, ya que, aunque comparten estructura con los diésel, existe una planta específica en la fábrica de Renault Trucks para su creación.

Concretamente donde se encuentra normalmente el motor diésel en estos se instala la caja de energía modular, la cual se encarga de gestionar toda la energía del camión y requiere de un día entero de preparación antes de ser montada. En el centro del chasis se sitúa el motor y la caja de cambios de cuatro relaciones -necesaria para gestionar la inmensa cantidad de par que estos camiones controlan-.

Los módulos de batería van en los laterales con capacidades de 66 kWh -según modelo y variante- y con uno peso cada una de 150 kilos. Una vez instaladas, estas reciben la carga apropiada y entran en el circuito de pruebas, donde se someten también a un exhaustivo control de calidad antes de ser entregados a sus clientes.

Todo ello se traduce en autonomías de hasta 400 kilómetros según el ciclo de homologación y admiten cargas de hasta 150 kW. Y sí, son muchas las incertidumbres que genera un camión eléctrico que, en muchos casos, va a hacer largos viajes. Sin embargo, Renault Trucks tiene todo bajo control al ofrecer un sistema capaz de crear simulaciones de trayectos reales que realizarán sus clientes en los que se tiene en cuenta orografía, carga que transportan y climatología, buscando así diseñar una flota ideal totalmente eléctrica para poder completar los repartos sin ningún tipo de inconveniente.

Pero, ¿cómo es realmente ir en un camión eléctrico?

Mi experiencia ha sido, realmente, desde el asiento del pasajero, pero suficiente para poder vivir y sentir de primera mano lo que implica desplazarse en un camión eléctrico. Concretamente he tenido la oportunidad de realizar un recorrido en el D Wide E-TECH, un camión 100% eléctrico de seis ruedas.

Estamos hablando de un camión con 260 kW continuos y con picos de 370 kW -es decir, más de 500 CV-, así como 850 Nm de par. Este conjunto mecánico está alimentado por una batería de 265 kWh, aunque existe una variante de acceso de 200 kW, y promete autonomías de hasta 200 kilómetros.

Pero, ¿qué pasa sobre el asfalto? Pese a las impresionantes cifras que este declara no debemos esperar una respuesta fulgurante, más que nada por el peso que declara el D Wide. No obstante, en ningún momento se siente que la presencia de un motor eléctrico merme las capacidades del camión francés, ofreciendo un empuje más que correcto y capacidad suficiente para circular por todo tipo de vías.

Y es que realizar incorporaciones con el D Wide no se convierte en una tarea más tediosa que si lo hiciésemos con un camión diésel. A todo ello debemos sumarle un alto confort de marcha apoyado por el silencio del motor eléctrico y por el buen aislamiento acústico que, pese a contar una aerodinámica mucho peor que la de un coche, sorprende el poco ruido que se filtra.

Los planes de Renault Trucks

Renault Trucks fabricó el año pasado 330 vehículos eléctricos, y en la actualidad hay 600 pedidos, por lo que el auge del camión eléctrico es más que palpable. Esto quiere decir que desde septiembre del año pasado se fabrican nueve camiones eléctricos por día, lo que implica una capacidad de crear 2.000 al año, una cifra que podría aumentar debido a una mayor demanda.

Además, la firma del rombo combina camiones eléctricos con modelos movidos por GNC, pero hay más planes. Y es que además de aumentar su gama eléctrica con el paso del tiempo, Renault Trucks tampoco descarta apostar por la pila de combustible y el hidrógeno, soluciones que pueden ser muy interesantes y que tendrían una buena acogida.

Además, también se baraja la posibilidad de llevar a cabo lo que se conoce como reacondicionamiento de camiones, algo que se está llevando a cabo en otras industrias. Es decir, convertir camiones diésel usados en camiones eléctricos y volver a venderlos, aunque es algo que de momento no se está haciendo.

Sea como fuere, Renault Trucks tiene su objetivo muy claro, y no es otro que en 2030 conseguir que el 50% de sus ventas corresponda a vehículos 100% eléctricos y en 2040 dejar de trabajar con cualquier combustible fósil, usando el hidrógeno verde como sustituto del diésel.

 

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Javier López

Filólogo hispánico con pasión por los coches que ha conseguido unificar el campo de la escritura con el del automóvil en Diariomotor. También soy un romántico empedernido y un nostálgico, así que me veréis echando de menos muchos modelos. De pequeño debí caerme en una marmita con gasolina, o algo así. Seguir leyendo...

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