Cuanto más grande, mejor. Esta máxima no siempre es una verdad universal, y aún menos en el mundo del automóvil. Pero si lo que deseas es transportar cómodamente a siete personas y su equipaje, me temo que necesitas mucho espacio y un vehículo similar a una furgoneta o un monovolumen. Nuestra prueba va de furgonetas, concretamente de la Volkswagen Caddy. Hemos probado su versión Outdoor Maxi, la más grande y aventurera. ¿Es suficiente para ser una buena alternativa a mitos como las Volkswagen Transporter o Volkswagen California?
Volkswagen Caddy
Para emitir un veredicto verdaderamente objetivo, hemos convivido con la Volkswagen Cada Outdoor Maxi durante un mes y casi 5.000 km, suficientes para hacernos a la idea de lo que supone vivir con ella. Esta unidad estaba equipada con uno de los motores más lógicos en un vehículo así, un 2.0 TDI de 150 CV, en este caso asociado a una caja de cambios DSG de doble embrague y seis relaciones. Cuando recogí la furgoneta en el parque de prensa de Volkswagen España, en su odómetro había ya cerca de 20.000 km. Por tanto, el rodaje estaba más que completo.
¿Outdoor Maxi?
Las Volkswagen Caddy son vehículos de origen humilde, de origen comercial. En el Grupo Volkswagen quedan pocos coches construidos sobre la plataforma PQ35, y este es uno de ellos. Es la misma plataforma que estrenaron el Audi A3 en 2003, o la propia Volkswagen Caddy en 2004. Las actuales Volkswagen Caddy han recibido un lavado de cara en profundidad en 2015, actualizando estética, motores y tecnología. Con todo, son ya veteranas en el segmento, y no equipan los últimos avances tecnológicos del grupo alemán.
Existen dos longitudes diferentes para las Volkswagen Caddy. Con 4,88 metros, las Caddy Maxi son las más largas de la gama. Son 47 cm más largas que las Volkswagen Caddy cortas y tienen una batalla de 3,06 metros. Aunque no son las únicas en las que es posible montar una tercera fila de dos asientos, sí son las únicas en combinar las siete plazas con un buen maletero. Dentro de la gama Volkswagen Caddy, las Outdoor son las versiones más “aventureras”. Están enfocadas a un uso lúdico, y además de unos vinilos en la parte inferior de sus puertas, tienen unas llantas específicas de 17″ y una suspensión ligeramente elevada – suficiente para evitar ciertos obstáculos fuera del asfalto.
Tras recoger la furgoneta en Madrid, procedí a recoger a unos amigos en el aeropuerto, que pasarían unos días con nosotros recorriendo España. ¿Qué mejor prueba de fuego que esta? A primer golpe de vista, la Volkswagen Caddy Outdoor Maxi no impresiona demasiado. Volkswagen se ha esmerado en que su frontal esté acorde a los cánones de estilo de la marca… al menos los de hace unos años. Las ópticas tienen LEDs diurnos y la furgoneta tiene un aspecto razonablemente atractivo. Me gusta la iluminación LED de sus pilotos traseros.
Lo mejor de la Volkswagen Caddy Maxi Outdoor es su gigantesco habitáculo. A su segunda fila de asientos se accede a través de dos puertas correderas manuales, que facilitan enormemente acceso y egreso. La fila central tiene tres plazas reales, parte de un banco dividido en dos piezas. Son plazas muy amplias en todas sus cotas, especialmente en altura. En las Caddy no son regulables en ángulo del asiento o en desplazamiento longitudinal. Esta segunda fila se tiene que contentar con unos pequeños ventanucos manuales, como muchas otras furgonetas – salvo excepciones como las Ford Tourneo Connect (ver prueba de la Ford Tourneo Connect 1.5 TDCi).
El acceso a la tercera fila se hace mediante el abatimiento en dos fases de los asientos centrales. En primer lugar se pliega el respaldo, y en segundo lugar, mediante otro tirador, se desplaza el conjunto hacia delante. El acceso a las plazas es sencillo, siempre que tengamos un mínimo de agilidad y no seamos muy gruesos. Esta última fila tiene dos plazas reales, pero el espacio libre para las rodillas es más bien limitado. No es tan problemática como la tercera fila de un monovolumen compacto, pero obliga a llevar las piernas ligeramente flexionadas. Estos pasajeros no disfrutan de ventana practicable, y al ir ligeramente elevados con respecto al resto, tampoco de una buena visibilidad hacia delante.
A cambio, la Volkswagen Caddy Maxi Outdoor tiene un maletero sensacional. Con la tercera fila desplegada, su maletero es de nada menos que 530 litros, suficiente para el equipaje de toda una familia. La fila trasera es extraíble y el coche se puede encargar sin ella, gratuitamente. Las formas del maletero siempre son regulares y en este último caso, la profundidad de carga supera los dos metros, con un volumen máximo de 3,7 metros cúbicos, o 3.700 litros. No obstante, sin extraer esta tercera fila del coche, solo se nos permite abatir su respaldo si queremos cargar bultos más grandes.
No he hablado de las plazas delanteras, pero no hay mucho que decir. Los materiales son en su totalidad plásticos duros de buen ajuste y terminación excelente, rodeados de mandos ya muy conocidos en los vehículos de la marca. No hay opción a instrumentación digital o a un equipo de infotainment compatible con Apple CarPlay o Android Auto. La ergonomía del puesto de conducción es muy similar a la de un turismo, y se agradece una postura de conducción ligeramente elevada, al nivel de la de un SUV como el Volkswagen Tiguan. Si estás familiarizado con vehículos del Grupo Volkswagen, te sentirás como en casa.
Al volante de la Volkswagen Caddy Maxi Outdoor 2.0 TDI de 150 CV
No hay sorpresas bajo su capó. El motor es el conocido 2.0 TDI common-rail de 150 CV que montan muchos otros vehículos del Grupo Volkswagen, asociado a una caja de cambios DSG de seis relaciones. Sobre el papel, hace el 0 a 100 km/h en 1X segundos, y consume una media de 6,5 l/100 km. Es un motor de funcionamiento suave, bien aislado del habitáculo. Al contrario que otros coches del grupo, no tiene modos de conducción: solo un programa deportivo para el cambio de marchas y una circulación “a vela” – la caja entra en punto muerto cuando soltamos el acelerador, prolongando las inercias y ahorrando combustible.
Este modo a vela terminó siendo una de mis mayores quejas en este coche. Está siempre activo, salvo en los modos sport y manual de la caja de cambios. Debería tener la opción de desactivarse, ya que en poblado o en una circulación tranquila llega a ser contraproducente, eliminando los beneficios del freno motor. En ocasiones la conducía en modo manual, eliminando parte de las ventajas del cambio automático. En cualquiera de los casos, para su motor tengo muchos más elogios que quejas. Es un propulsor voluntarioso, con un consumo contenido. Sobre el papel, esta versión homologa un gasto medio de 5,2 l/100 km.
A ritmos tranquilos y con mucha carretera secundaria es posible lograr consumos de unos 5,5 l/100 km. En autopista, a velocidades legales y a plena carga, la media ronda los 6,5 l/100 km. Es una buena cifra teniendo en cuenta su peso, su aerodinámica y su potencia. Es un motor con el que no echamos de menos más caballos. Incluso completamente cargada no se queda atrás en repechos o adelantamientos – siempre que los planifiquemos bien, y no esperemos una respuesta fulgurante. El tarado de su suspensión es confortable, y no busca un paso por curva ágil ni unos balanceos contenidos de la carrocería. Su dinámica sigue evidenciando su origen comercial.
Con todo, es más ágil y refinada que una Volkswagen Caravelle – que puede transportar a ocho pasajeros, en vez de a los siete de la Caddy – que sería su equivalente en la gama Transporter. Una Multivan sí superaría a esta Caddy en equipamiento y en calidades. No obstante, a su buen aislamiento se une el plus de una suspensión ligeramente levantada. Esto nos ayuda – y de hecho nos ha ayudado – a acceder a caminos algo más difíciles, o superar el acceso a aparcamientos de playas bastante salvajes. Un plus que se agradece mucho. Por 315 euros, Volkswagen ofrece protección adicional para sus bajos, en forma de un cubrecárter de plástico.
¿Cuánto cuesta la Volkswagen Caddy Outdoor Maxi?
La pregunta del millón. La versión probada tiene un precio de partida – para un cliente particular – de 34.355 euros en estos momentos, a los que se podrían llegar a deducir casi 7.000 euros en el caso de clientes profesionales que financien la compra. A igualdad de versión Outdoor, el sobreprecio de las versiones Maxi es de 1.280 euros. Todas las Volkswagen Caddy Outdoor se venden con motores diésel, siendo el 2.0 TDI de 150 CV la motorización más potente. El cambio DSG de nuestra unidad tiene un sobreprecio de 2.335 euros con respecto a la caja de cambios manual de seis relaciones.
Existe opción a una Volkswagen Caddy Maxi Outdoor con tracción total 4Motion, pero sólo con el motor 2.0 TDI de 122 CV y caja de cambios manual. A no ser que valores mucho la comodidad del cambio DSG o hagas mucha ciudad, nosotros recomendamos la caja de cambios manual de seis relaciones. Entre su equipamiento de serie encontramos un sistema de infotainment Discover Media con pantalla táctil y Volkswagen Car-Net, control de velocidad de crucero, frenada automática de emergencia, climatizador bizona o llantas de 17 pulgadas. La eliminación de la tercera fila de asientos – y su preinstalación – es gratuita.
La Volkswagen Multivan T6 Outdoor equivalente cuesta en estos momentos 45.240 euros, prácticamente 11.000 euros adicionales. Es necesario sumar a ese precio 1.105 euros para lograr las siete plazas de la Caddy Maxi Outdoor. Exteriormente tienen un tamaño idéntico, pero en habitabilidad interior la Volkswagen Multivan es superior, especialmente en las plazas traseras y en capacidad de carga. No obstante, pesa casi 2.100 kilos y es más ancha y alta: a igualdad de motorización tiene unas prestaciones y dinámica mucho más modestas, además de unos consumos medios notablemente más altos. Es más furgoneta – para lo bueno y lo malo – que la Caddy, mucho más cercana a un coche.