Hasta hace poco las furgonetas eran vistas como simples vehículos comerciales. Una herramienta de trabajo, práctica y sufrida, pero sin ningún tipo de glamour o romanticismo. Hoy en día, las furgonetas de pasajeros son una alternativa de pleno derecho a los ubicuos SUV y a los monovolúmenes. Es por ello que el lanzamiento de la quinta generación de la Volkswagen Caddy es un lanzamiento muy importante, y no solo para los amantes de la furgonetas. ¿Es la nueva Volkswagen Caddy la peor pesadilla de Tiguan y Touran? ¡Lo comprobamos en vídeo!
¿Por qué una furgoneta?
Volkswagen Caddy
La prueba la centramos en una versión Outdoor de cinco plazas y carrocería corta. Con 4,50 metros de longitud, es apenas unos cm más larga que un Volkswagen Tiguan, pero está aún considerada un vehículo compacto. También hay versiones de batalla larga, siete plazas de serie y 4,85 metros. A mayores, están las Volkswagen Caddy Cargo, que como su nombre indica son furgones de carga. ¿Por qué comprar una furgoneta y no comprar un SUV o un monovolumen? Porque el ratio de tamaño exterior en relación al aprovechamiento del espacio interior es imbatible.
Una furgoneta de pasajeros es capaz de combinar el tamaño exterior de un SUV compacto con el espacio interior y la capacidad de carga de un vehículo industrial, en el que está basada. Lo hace gracias a una altura considerable, y a un aspecto cuadriculado, que racionaliza al máximo el espacio interior. Es un vehículo ideal para alguien sin complejos, para alguien con un estilo de vida muy activo, o alguien que necesita una capacidad de carga superior a la media – por el motivo que sea. Preguntad a cualquier propietario de una furgoneta: ¡nadie quiere abandonarlas!
¿Cómo ha cambiado la Volkswagen Caddy? Lo comprobamos de primera mano
La Volkswagen Caddy de quinta generación es un vehículo completamente nuevo. Se construye sobre la plataforma MQB del Grupo Volkswagen y ha sido completamente rediseñada, tanto a nivel estético como a nivel interior. El diseño es lo más llamativo a primera vista: presenta un aspecto mucho más aerodinámico, con un frontal semicarenado de aspecto futurista y una zaga donde las ópticas tienen un gran protagonismo. Aunque lo pudiera parecer, el portón trasero no es practicable – como sí ocurre en rivales directos, como es el caso de las Peugeot Rifter.
La mayor evolución ocurre en su interior, un habitáculo cuyo salpicadero nos recuerda poderosamente al de un Volkswagen Golf. Cuenta con instrumentación digital de 10,25″ y puede montar sistemas de infotainment de hasta 10″ – nuestra unidad llevaba el sistema intermedio de 8,25″. Su salpicadero tiene un diseño moderno y muy similar al del Golf, y aunque esto sea positivo en algunos aspectos… pierde los botones físicos del sistema de climatización. Además, los accesos directos son táctiles y cubiertos en negro piano – un «no» rotundo para Diariomotor.
Todo el salpicadero y paneles interiores están construidos en plástico duro muy bien rematado. En otro tipo de coches podríamos considerarlo un error, pero en una furgoneta, es el material más robusto, sufrido y de mayor durabilidad – todo un acierto. Aunque nuestra unidad no lo equipaba, podríamos tener un cargador inalámbrico para móviles y un enchufe convencional de 220 voltios en la consola central. Tanto el salpicadero, como las puertas y la consola central siguen repletos de huecos para nuestras pertenencias.
Seguimos teniendo mucho espacio interior, gracias a la gran superficie acristalada, y la gran altura al techo. No nos sentimos en absoluto oprimidos. Acceder a las plazas traseras es un juego de niños gracias a las puertas correderas, muy prácticas en sitios estrechos. Me ha sorprendido su ligereza, quizá debido a que sus cristales no son practicables – uno de los fallos más grandes de este interior. Sus plazas traseras son de gran tamaño y aptas para tres pasajeros. Los tres asientos tienen el mismo tamaño, aunque la banqueta está partida en dos.
Algunos rivales tienen tres asientos individuales y permiten bajar las ventanillas traseras – la Caddy tiene margen de mejora en este aspecto. Nuestra unidad no llevaba aireadores ni tomas USB para las plazas traseras al tener un acabado Outdoor intermedio, las versiones Life sí pueden llevarlos. Las Caddy cortas también pueden llevar siete plazas, a costa de sacrificar gran parte del maletero. Y es que sin duda, el mayor acierto de este tipo de vehículos es su gigantesco maletero.
No solo por su boca de carga enorme (1,23 m x 1,27 m) o una altura de 58 cm al suelo, si no por poder albergar en su interior 1.213 litros de carga sin abatir los asientos traseros. Es una cifra imposible de alcanzar en cualquier otro tipo de vehículo. Ni siquiera una Volkswagen Sharan o un Volkswagen Touareg tienen maleteros comparables. Además, sus formas son completamente regulares. En capacidad y volumen de carga, una furgoneta de pasajeros, simple y llanamente, no tiene rival.
Prueba dinámica de la Volkswagen Caddy Outdoor 2.0 TDI de 122 CV
Al estar construido sobre la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, y aunque no ha perdido su eje rígido trasero, sí reemplaza sus ballestas por muelles helicoidales. Aunque pierde algo de capacidad de carga – se queda en 780 kilos – su comportamiento en carretera sí es algo más refinado que el de su predecesora. Aún así, sigue pecando de un aislamiento mejorable, especialmente en cuanto a sonido de rodadura. Su tacto de conducción no es en absoluto dinámico, y lo cierto es que no nos parece un error en un vehículo de este tipo.
La versión probada monta el motor 2.0 TDI de 122 CV, asociado a un cambio manual de seis relaciones. Es la única motorización que puede montar tracción total. Aunque ninguno de sus motores es por el momento mild-hybrid, llegarán en un futuro versiones 1.5 TGI de gas natural y una versión híbrida enchufable. La gama de motores se completa con otro 2.0 TDI de 102 CV y un 1.5 TSI de gasolina y 114 CV. Echamos de menos motores de algo más potencia y mejores prestaciones, pero no podemos criticar el consumo del 2.0 TDI probado.
Si bien no destaca por prestaciones, homologa un consumo medio de solo 4,8 l/100 km según el ciclo WLTP y presenta un consumo real acorde a su homologación.
Volkswagen Caddy 2021: ya a a la venta
Las Volkswagen Caddy 5 ya están a la venta. Su precio arranca en 17.500 euros para las versiones de pasajeros, pero dicho precio no incluye IVA o Impuesto de Matriculación, e incluye descuentos por financiación – es un precio orientado a profesionales. Para particulares, el precio arranca en 22.110 euros en las versiones Kombi de escaso equipamiento, con motor 1.5 TSI de 114 CV. Una versión Outdoor como la probada, con el mismo equipamiento, eleva su precio a 29.175 euros, claramente superior al de sus rivales.
Como siempre, todos los precios de las Volkswagen Caddy y las mejores ofertas, las tenéis en Qué Coche Me Compro. La Caddy de quinta generación nos ha convencido, pero si hay algo a criticar, es su precio, además de ciertos detalles prácticos que algunos de sus rivales hacen mejor. Sí, son detalles, pero detalles que marcan la diferencia y pueden inclinar la balanza.