Hay algunos casos muy curiosos de evolución divergente en el sector del automóvil. Se han dado en mercados importantes para ciertas marcas, mercados con barreras de acceso importantes donde se fabricaban coches de forma local, frente a una prohibitiva importación. Es el caso de mercados como Brasil o Sudáfrica, que han dado lugar a interesantísimos coches que el resto del mundo no pudo disfrutar. No solo hablo del Troller TX4 o del BMW 333i, si no de coches como el que protagoniza este artículo: el Volkswagen Citi Golf 1.8i R.
Un Volkswagen Golf GTI de primera generación, que aun era posible estrenar en 2008. Su historia comienza con el lanzamiento en 1974 de la primera generación del icónico Volkswagen Golf. Aunque el grueso de su producción era «Made in Germany», el Golf se construía también en otros siete países y solo había un continente donde no se vendía: la Antártida. Entre los países donde se fabricaba estaba Sudáfrica. Aunque en 1983 cesó la producción europea del primer Golf, en Sudáfrica continuó vendiéndose se forma ininterrumpida hasta el año 2009.
Volkswagen Golf
En verdad, ni siquiera la propia Volkswagen esperaba estirar tanto la vida del primer Golf. Con el comienzo de producción del Volkswagen Golf de segunda generación vino un notable incremento de precios. En Sudáfrica, se estimó que ese incremento de precios afectaría de forma importante a las ventas de Volkswagen, y se decidió seguir fabricando el Golf de primera generación como alternativa low-cost al moderno Mk2. Nacía así el Volkswagen Econogolf en el año 1984, cuyo nombre definitivo terminó siendo Volkswagen Citi Golf.
Solo estaba disponible en carrocería de cinco puertas, solo en colores azul, rojo o amarillo y un sencillo motor de 1,3 litros y carburación. Sus llantas eran blancas y tenía juveniles vinilos decorativos, claro guiño al público al que eran dirigidos. Tras su éxito comercial, en 1986 llegó el Citi Golf Sport, con una orientación más deportiva. Inicialmente, la idea de Volkswagen Sudáfrica era estirar dos o tres años la producción del Citi Golf, pero su tremendo éxito comercial hizo que en 1988, el Citi Golf recibiese su primer lavado de cara.
En ese lavado de cara, se equiparon algunos elementos estéticos del Golf de segunda generación, así como un motor carburado de 1,8 litros y 95 CV para la versión Sport. El verdadero revulsivo prestacional llegó en 1990, cuando la rama sudafricana decidió volver a introducir al mercado el Golf GTi de primera generación, alegando que el GTI Mk2 era demasiado caro para los entusiastas de la conducción del país. Lo llamaron Volkswagen Citi Golf CTi, y montaba el mismo motor de 1,8 litros, dos válvulas por cilindro e inyección mecánica Bosch K-Jetronic del primer Golf GTi.
Con 112 CV de potencia y 180 km/h de velocidad máxima, era un hot hatch con todas las de la ley. Durante los años noventa, el Citi Golf gozó de una gran popularidad comercial, e incluso se exportó a otros países africanos, ayudado por su precio contenido y la abundancia de repuestos. El coche era tan incombustible que en el año 2004, recibió un profundo lavado de cara, aun estando construido sobre la base de un coche que entonces tenía ya 30 años. En ese facelift recibió el salpicadero de un Skoda Fabia y el volante de un Golf de cuarta generación.
Además, sus asientos se modernizaron, al igual que sus emblemas o llantas. Pero incluso los coches incombustibles tienen fecha de caducidad. En la segunda mitad de la primera década del siglo ya se empezaba a vislumbrar el fin del Citi Golf, y Volkswagen Sudáfrica decidió despedirlo por todo lo alto. En 2006 presentaron el Volkswagen Citi Golf 1.8i R, posiblemente el Golf Mk1 más especial – si hablamos de coches de producción. Compartiendo apellido con otros Volkswagen de altos vuelos, este Golf recibió una evolución del venerable 1.8 del primer GTi.
Manteniendo una inyección de combustible Bosch Motronic – más avanzada que la K-Jetronic y manteniendo sus cotas internas, ya que era el mismo motor – aumentó su potencia de los 112 CV a los 120 CV. Esto fue posible gracias a un árbol de levas Estas más agresivo, un escape Brospeed y un colector de escape de la misma marca. Era capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 8,5 segundos, alcanzaba los 193 km/h y a nivel dinámico era un coche más ágil, gracias a una suspensión modificada y mejoras en el chasis, como una barra de torretas delantera.
A su kit de carrocería se unían detalles en color rojo, llantas deportivas de 15 pulgadas, asientos parcialmente tapizados en cuero y detalles de aluminio en su interior. Solo se fabricaron 375 unidades entre los años 2006 y 2008. El Volkswagen Citi Golf dejó de fabricarse en 2009, 35 años después de que fuera presentado en Alemania.