La historia del coche de Apple viene de lejos. Los de Cupertino tenían en mente un proyecto ambicioso, en el que trabajaron cientos de ingenieros especializados en hardware y software, que pretendía que la tecnológica estadounidense liderase el desarrollo de una nueva generación de coches, que serían eléctricos y autónomos. Finalmente, el proyecto que según dicen fue denominado como Titan, se habría reducido al desarrollo de sistemas de software y sensores, tecnologías que, sin duda, domina Apple, con unas expectativas mucho más realistas. Según The New York Times, Apple prepara una flota de coches eléctricos y autónomos. Para ello habría buscado la colaboración de diferentes fabricantes y finalmente habría llegado a un acuerdo con Volkswagen, tras la negativa de BMW y Mercedes-Benz. ¿Por qué no llegó a un acuerdo con BMW y Mercedes-Benz, pero sí con Volkswagen?
BMW y Mercedes-Benz dan portazo a Apple, que sí consigue convencer a Volkswagen
Apple pretendería crear una flota de vehículos eléctricos y autónomos para sus trabajadores, para trasladarse por las instalaciones de su sede en Cupertino, en California. El acuerdo con Volkswagen habría supuesto que la marca alemana proporcione alrededor de una veintena de furgonetas Volkswagen T6, que serán modificadas de arriba a abajo, sustituyendo muchos componentes que incluirían el salpicadero, los asientos, nuevos sistemas de sensores y equipos informáticos, así como motores eléctricos y baterías de gran autonomía.
Apple habría llegado a un acuerdo con Volkswagen gracias a la intermediación de Italdesign. ¿Pero por qué no hubo acuerdo con Mercedes-Benz y BMW?
Apple no logra convencer a BMW y Mercedes-Benz
Los fabricantes miran con mucho recelo a las tecnológicas, y especialmente a empresas como Google y Apple. Un recelo que ni mucho menos es infundado. Quizás haya sido ese recelo el que haya frenado que estos fabricantes entrasen de lleno en los sistemas de entretenimiento de los coches modernos y el único acceso que hayan tenido sea mediante integración de dispositivos móviles, y su software, con el equipo de entretenimiento. Una integración que sin duda es muy limitada.
Y probablemente ese haya sido uno de los puntos de discordia entre Apple, BMW y Mercedes-Benz, desde que nació el proyecto Titan y la marca de la manzanita soñaba con tener su propio coche. Según apunta The New York Times, Apple no habría conseguido cerrar un acuerdo con BMW por el interés de ambas marcas en controlar la experiencia de usuario y la relación con el cliente, así como los datos. Con Mercedes-Benz habría sucedido algo parecido.
De manera que finalmente, y después de que Apple haya reducido sus expectativas en este proyecto, y se centre en el campo que domina la empresa californiana, habrían llegado a un acuerdo con Volkswagen para un proyecto que, de momento, no implica comercializar ningún coche, pero sí avanzar en el desarrollo de software para el coche autónomo, y su aplicación en entornos reales.
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